Ideas prestadas.
Ideas añejas y gastadas que no conservan la sangre que con tinta se escribió en el reverso de la piel de sus portadores.
Ideas pasadas que caen sobre nosotros y se escurren queriendo fusionar con la piel y que si uno se empeña en recoger en cantaros y engullir cuatro días después resultan indigestas.
Es la época de la recolección del arcaísmo.
Retorica primitiva escapa entre nuestros suspiros,nuestros gritos de rebeldía son apologías a un tiempo pasado.
Somos unos oradores esplendidos y nos place de sobremanera que nos duerman con cuentos.
Cada historieta que nos contaban antes de dormir tenia el poder de alejarnos de la terrible verdad que es la vida y ese chute de palabras incomprensibles accedía al corazón de nuestro intelecto desnudándonos y dejándonos mudos y estupefactos.
Pero no somos bancos de ideas y pensamientos.
Con las ideas pasa lo mismo que con las conversaciones de las que se adueñan oídos ajenos.
Uno enlaza una frase con otra buscándole un sentido al tema que trata y el oído que recibe toda esa información la almacena de manera satisfactoria pero no la reproducirá con la misma maña y encanto.
Porque cuando uno exporta palabras,ideas y pensamientos se reproducen con la misma palabra con la que comenzaron pero cada repetición, cada persona a la que se vende cambia el tiempo verbal y la forma de expresarlo.
Y cuando la idea y el pensamiento ha pasado a innumerables personas la frase acaba por perder el sentido original y se convierte en algo completamente distinto a lo que se pretendía expresar.
Obviamente no habría podido ocurrir si cada uno se hubiera ocupado de cultivar sus ideas, de almacenar sus pensamientos únicos e invariables.
Pero se cree con una esperanza muy vaga que colectivizando una idea se la dota de fuerza y coraje.
No tiene sentido.
Donde las ideas brillan verdaderamente es en la memoria individual.
En la palabra única y firme de un solo sujeto.
La ética,la política y la moral son una convención ya dada a la cual le hemos dado color y forma.
Con la cual hemos dejado descansando nuestra libre capacidad de pensar por nosotros mismos.
No buscamos nuestras ideas en una memoria fresca y objetiva , las encontramos en gacetas subjetivas de unos ojos viciados por la miopía propia.
No analizamos desde la posición universal de repulsa frente a la idealización sino que idealizamos todo lo que tocamos.
No buscamos la verdad en la vida , en las personas, en los libros o en la poesía.
Buscamos la verdad en las palabras falsas y vacías de cualquiera que nos prometa el paraíso y nos diga que tiene los mismos cardenales en los pies.
La lucha por la vida no es una lucha colectiva, es una lucha individual.
Las palabras de alguien que cometió errores y labro triunfos no son nuestras palabras ni son nuestro salvavidas.
No somos un copia y pega de un familiar , un tutor, una situación económica o un partido.
Aprender a leer es lo mejor que me ha pasado en la vida.
Y creo que la única manera de combatir la terrible ignorancia en la que estamos sumidos por esta crisis de valores y de conciencia es esa.
LEER
Leer con profundidad, con objetividad, con maña.
Leer mucho, leer minuciosamente.
Leer para conocer con amplitud cada una de las manifestaciones de esta vida.
Leer para desarrollar una actitud critica y propia.
Leer para crear una opinión propia.
Y no dejarse engañar por las palabras de nadie ni por las opiniones ajenas.
Porque leer es el mejor camino para conocerse a uno mismo y conocer a los demás.
Pero conocerse es un error fatal en el que pocos quieren caer porque posiblemente el peso de lo que somos, lo erróneo de nuestras convicciones ,lo falso de nuestros sentimientos produzca el dolor mas grande y mas dañino que alguien nos pueda hacer.
Porque vivimos en un mundo de ciegos donde el tuerto cree ser rey.
