viernes, 14 de junio de 2013

El presente




es un hombre que mira con anhelo y nostalgia por la ventana.
Tiene los ojos velados como los de un anciano y a fuerza de tanto fruncir el ceño se le han plegado en la piel un mapa de arrugas que muestran sus errores pero nunca su sabiduría.
La nostalgia es el bar de la esquina donde venden cócteles con recuerdos del pasado que por la mañana generan ensoñaciones resecas y vacías.
En la otra calle hay otras dos ventanas desde donde juegan la muerte y un niño turnándose para tentarlo.
El hombre mira al niño que un día fue y alarga la mano como para querer alcanzarlo.
Es un hombre joven pero con ese recuerdo se siente profundamente viejo.
Todo lo que viene de aquella habitación se le antoja mas placentero y la melodía que pende del vinilo que la madre ha puesto y que hace tararear al niño le parece mágica.
Las relaciones,los momentos y los lugares del pasado se le antojan como un edén en la tierra y los errores que un día cometió son solo aciertos.

Al otro lado de la ventana se yergue la figura de la muerte altiva e impasible.
Mece entre sus manos un reloj de arena como si acunara a un recién nacido.
Sabe que si vuelve la vista hacia esa figura descubrirá en el fondo algo mas sorprendente que la propia muerte. Un conjunto de personajes y situaciones extraños y variables en los que todavía no cree. Un conjunto de posibilidades que le aterran mas que la ultima posibilidad.


El hombre joven ha olvidado amar y por eso busca vivir en el pasado y olvida su futuro.


No sabe que no es bueno arriesgar el presente por un pasado que no tiene futuro.


No sabe que el niño desde su ventana también lo mira con nostalgia y que la muerte envidia esos dos cuerpos cálidos.



Y en el bar la nostalgia sigue sirviendo copas solo por inercia a los soñadores que han olvidado que el sueño verdadero consiste en soñar cada instante con los ojos abiertos.




AUTOCRITICA





La autocritica es el futuro por mucho que a algunos les guste tropezarse una y otra vez con la misma piedra. Las cosas irían mucho mejor si analizáramos cada mañana en que momento fue en el que fallamos y nos desviamos del camino que habíamos memorizado por la noche.
Hay gente que no cree en la critica constructiva del que ha caminado por la misma ruta y se ha dejado incrustadas en los pies las mismas piedras.
El mejor remedio ante la ignorancia siempre ha sido la indiferencia.
Los consejos no están hechos para el que no quiere escucharlos.
El mañana sera una enredadera de propósitos y planes fallidos porque el que no busca una leccion en sus errores, por mucho que se empeñe en caminar, nunca llegara a ninguna parte.
Mis palabras son como perlas y ya no las gasto en los que solo encuentran lecciones en el silencio.


No puedo ayudar a quien no quiere ser ayudado.

domingo, 2 de junio de 2013

El maestro se acostaba cada noche





con aquellas jóvenes que aceptaban ser sus aprendizas por un tiempo.
Todas llevaban la ingenuidad plegada en la cara como si fuera una arruga que todavía no se había formado.
Su degradante juventud era un insulto para muchos que señalaban con el dedo aquellas practicas impúdicas y indecentes.
Llevaba muchos años al servicio de aquel hombre malhumorado y fanfarrón que tenia ataques de cólera momentáneos y que dependía completamente de la luz del sol para encontrar inspiración en cada cuadro.
Todas llegaban a la casa con aires de femme fatale y asumían su rol de musa distante y enigmática sin rechistar, con la inquebrantable fe de encontrar en aquellos encuentros esporádicos su deseo de saltar al estrellato.
Ella era otra mas de esas muchachas pero había un halo de entereza en su mirada.
A diferencia de las otras sabia que aquel trabajo solo podía ser desempeñado por una ilusa pero lo asumía ceñuda y altiva.
Desde que llego a la casa no había parado de mandar esto y lo otro para intentar ocultar que ella misma estaba atada a aceptar ordenes ajenas.
Se fumaba una cajetilla de cigarros franceses cerca de la riviera mientras el arreglaba los desperfectos de la casa.
Se podía culpar al viejo de indeseable pero nunca de tener mal gusto.
Sabia captar la belleza y volcarla en los lienzos justo cuando esta resurgía como una flor que estallara en primavera.
Con el paso del tiempo descubrió que ella ya sabia que la observaba y que eso le agradaba sumamente.
Pero seguía sin dirigirle la palabra.
Aquella chica sabia que el papel que le había tocado representar debido a su belleza era el de ser una musa perpetua.
Y incluso le sorprendió su cinismo al aceptar su destino de manera tan súbita.


Pero una noche un sollozo ahogado lo despertó del sueño.
Había ocupado aquella habitación con el pretexto de arreglar algunos desperfectos de la cocina por lo que no le fue muy difícil acercarse a la que ocupaba la muchacha.
Estaba tendida sobre la cama sollozando.
La pintura con la que intentaba esconder sus ojeras se había corrido y tenia un aspecto deprimente.


Ella lo descubrió justo cuando se iba a marchar y lo invito a un cigarrillo.
Era la primera vez que se dirigía a el y por eso intento atesorar cada segundo como un regalo valioso.
-No es nada atractivo que una mujer fume tanto y tan seguido.
-Te equivocas. Una mujer que acepta su destino y se enfrenta a el, es una mujer que posee un atractivo especial y único.
-No veo ningún atractivo en la autodestrucción.
-Te equivocas querido-dijo echando la ceniza en un vaso- la autodestrucción es la figura que da sentido al amor y la belleza.

Recordaría aquella sonrisa siempre. Era una de esas pocas sonrisas que te hacen darte cuenta de que serias capaz de lograr cualquier cosa que te propusieras. Una de esas sonrisas que marcaban un antes y un después en la vida de una persona.

En ese momento se dio cuenta de que estaba enamorado.


-¿Pero que pasa chico?. ¿Porque me miras así?, no me digas que te has enamorado.



-El amor es absurdo-dijo mirando al vació.


Es como este cigarrillo. Te hace creer que eres capaz de cualquier cosa pero en el fondo lo único que consigues es consumirte. Te vuelves un adicto. Sabes que si prolongas tu adicción solo te traerás desgracias, pesar, ansiedad. Pero cada vez que lo consigues, cada vez que te acercas a lo amado todo cobra sentido. Las caladas y los besos no son tan diferentes. En el fondo te hacen sentir vivo.


Y dicho esto, se quito la ropa y apago la luz.



Ahora estaban ambos a oscuras.



Y poco a poco la habitación se fue llenando de humo.

Vivir es algo demasiado bello





como para desperdiciar mi tiempo con personas que no entienden los motivos por los que sigo respirando cada mañana.
Si mi felicidad te resulta abstracta y difícil de visualizar, no intentes dibujar en ella tus carencias.
Abandoname como abandona un infiel a su verdadera religión.
Soy un dogma pesado para el que ha decidido vivir cada mañana con miedo al que dirán y con la cabeza gacha y el corazón henchido.
Lo mio es ver en cada día una nueva posibilidad, un reto, un formulario lleno de interrogaciones.
Lo mio es blandir la bandera de mis ideas y ondearla en el viento.
Son lo único que poseo, lo único que me hace grande o infinitamente pequeña.
El cuerpo, el físico, la apariencia solo es una mascara. Algo que no me identifica, que no representa lo que soy, que no menciona todo lo que he conocido.
Los que me amen sinceramente son los que aman mis ideas.
No acepto otra forma de amor y cualquier declaración de intenciones que no las mencione me parece un insulto.
La vida es la única droga que quiero en los pulmones y en el estomago.
Y el humo de mis sueños es lo único que necesito para saber que respiro.



Prefiero el dolor de un golpe seco en el estomago. Porque solo el dolor me hará aspirar a la alegría.
Se perfectamente que el hastió es el reflejo de la esperanza.
Y que sin lagrimas no habría sonrisas.


La vida es una cosa frágil y abstracta que nos puede explotar en la cara en cualquier momento pero sostenerla es lo que nos da fortaleza.

Tomo entre mis manos su forma sabiendo que es una rosa cuya fragancia solo se puede aspirar cuando se te han clavado las espinas.


No le tengo miedo al pasado y el futuro no me achica.



Si quieres formar parte de mi vida; no te nutras de mis miserias.


Dame la mano cuando llame a la puerta la alegría.







Por primera vez en mi vida me doy cuenta de que lo importante no es quien se fue ni quien vendrá.


De que lo importante, lo unico que tiene real importancia es vivir.



No es un consejo, es una orden que me he impuesto a mi misma.


Vivir salvo el pero y el pese.

Vivir sin ti o contigo.

Vivir.

Simplemente vivir.

Con este cielo sobre mis manos y esta tierra bajo mis pies que me recuerdan que si no salvoguardo mis sueños ahora ,un día colisionaran sin dejar huella.