jueves, 28 de febrero de 2013

El loco




Llovía a cantaros cuando lo encontró.
Fue una cosa de lo mas casual ya que solo buscaba un cobijo para no empaparse.
La empresa le había regalado aquel traje y debía tener sumo cuidado de no ensuciarlo, cosa que parecía francamente imposible debido al temporal que se había desatado.
El sonido de la lluvia hizo que sus pensamientos se dispersaran como si fueran simples gotas de agua y por un momento analizo las consecuencias de sus actos.
Había estudiado periodismo con la ilusión de poder contar algun día al mundo historias que consiguieran conmover al resto de las personas, sin embargo se encontraba allí.
En medio de un panorama desolador, entrevistando a adolescentes procaces que contaban impúdicos romances inventados con tarados nacidos de la telebasura.
Algunas veces le irritaba de un modo sobrehumano tener que compartir espacio con aquellos seres y tener que realizar una serie de preguntas para ellos la noche anterior.
El truco le habían dicho consistía en herir al oponente, lanzarle una serie de preguntas que rozaran lo vulgar para que todo su potencial quedara descubierto.
Cuanto mas desprovistas de ingenio parecieran sus respuestas mas risa y furor provocaría en el publico.
A la gente no le interesaba nada mas. Se divertían indagando en la intimidad ajena.
Observando toda la inmundicia que el otro podía ofrecerle.


De repente un carraspeo la saco de su mutismo.
A su lado había un viejo raquítico con el pelo y la barba blancos  y la ropa raída.
Desprendía un olor inmenso a whisky y ginebra mezclados con sudor.

Lo miro con desdén. Seguro que montaba una escena. Lo había estado temiendo desde que cruzo la acera.
El ayuntamiento debería expulsar a todos aquellos vagos y librar a la gente de bien de su presencia molesta.

El viejo la miro como evaluándola y profirió una carcajada.

Se sintió claramente insultada y olvidando el miedo le pregunto que que era lo que estaba mirando.

El viejo la volvió a mirar con cierto aire de superioridad y le dijo:

-Usted preocupándose por no mojar su ropa , mientras que yo he echado a perder todos mis dibujos.



De repente se dio cuenta de que  tenia un montón de lienzos llenos de barro y agua que había ido recogiendo del suelo, seguramente antes de iniciar la conversación y caer en la cuenta de su presencia.

-Siempre puede volver a dibujarlos de nuevo, seguro que dispone de mucho tiempo libre dijo ella airada.



- Cada nueva obra es como un nacimiento. Capta la esencia de algo hermoso, cada momento es único  Las personas no están acostumbradas a sentirse cómodas rodeadas de belleza. Son tantas las cosas bellas que nos regala la vida y yo me empeño en mostrarlas.
En regalar retazos de genialidad al mundo. Usted no lo entiende estos cuadros no son un modo de ganarme la vida, son mi vida misma.


De repente se quedo mirando uno de los lienzos. Lo tenia al lado de su tacón pero no se había percatado de ello.


-¿Esto que es? le pregunto ella, observando un montón de lineas y rayas azules y doradas mezcladas por el efecto de la lluvia.


-Eso, dijo el mientras un rayo de sol apuntaba al papel, es usted.
Algo distorsionado , que no se deja ver a simple vista. Algo que podría haber sido bello, magnifico , pero que se ha ido dispersando por el influjo de fuerzas extrañas.
La genialidad depurada por estar en un ambiente demasiado mediocre. ¿Pero ve? Conforme la luz se proyecta encima parece que quiere mostrarnos algo, enseñarnos un secreto que solo ella contiene. Eso es todo lo que podría haber sido pero no fue.
¿ Ahora comprende?



Sus palabras le resultaron como dardos y sin saber que decir acabo por mirarlo con rabia-


-Es usted un verdadero demente. Ustedes los ''artistas'' deberían estar todos encerrados en manicomios.


Y dicho esto se marcho todavía contrariada y oculto una sonrisa que le empezaba nacer en las comisuras de los labios.

El viejo junto todos sus papeles y los dejo en una esquina.
No pasaba nada, había sido un revés  Mañana la propia calidez del sol volvería a dotar a su pincel de fuerza y lo que estaba borroso se aclararía tomando forma. El mundo volvería a ofrecerle algo bello.


Y el era el único encargado de mostrarle a ese mundo de cuerdos que la belleza todavía podía formar parte de sus vidas .



Pero lo importante no era captar la belleza en si, si no lograr apreciarla, saber que existía.








Ahi fuera, en algun lugar.







Por muy lejos que esta estuviera.


viernes, 22 de febrero de 2013

Conjeturas.





He encontrado miles de fragmentos míos alojados en la luna y la noche me ha hecho llamar a todas las puertas y buscar en todos los cuerpos un poco de eso que necesitaba para poder afrontar la mañana.
Me he quedado seca por dentro buscando algo que realmente me llenara.
Y se me ha disfrazado mil veces la decepción de simple curiosidad alojándose como un buitre carroñero , debajo de mis costillas.
Nadie sabe lo mucho que me ha costado poder esbozar un retrato de mi misma medio sincero.
La propia subjetividad me ha hecho tropezarme mil veces con la misma piedra para al final caer en la cuenta de que esa piedra soy yo.
He rozado el éxtasis de mi misma para volver albergar la calma.
Y ahora que he encontrado cierta paz en mi interior, el escepticismo ha hecho mella en mi.

No es que haya olvidado quien soy ni como solía ser.

Simplemente quiero empezar de nuevo.


He descubierto que si no cuidas lo que posees, lo acabas perdiendo.

Y también he descubierto que las únicas personas que realmente merecen la pena son las que están ahi, cuando nadie mas esta. En los momentos mas difíciles.
Las personas que son capaces de llevarte la contraria y decirte lo equivocada que estas, lo mucho que te estas cunfundiendo.
No los aduladores y los críticos, los que dan consejos pasajeros, los que te empujan al vació.

He descubierto que los que mejor me aman no lo hacen por darme la razón en cada decisión sino por pegarme una buena hostia en el momento preciso.


Y todo esto nadie me lo ha enseñado.
Lo he ido aprendiendo de copa en copa, de boca en boca.

Y no ha sido fácil.

He tenido que pudrirme por dentro para volver a regenerar algo con vida y descubrir si esa cosa era yo o era solo un disfraz.

Y me ha costado mucho intentar caminar derecha. Por que la vida es un baile donde nadie nos da los pasos precisos.



He perdido mucho por el camino y también he ganado mucho.




Me he ganado a mi misma.






Y no estoy dispuesta a perderme. Ni por nada , ni por nadie.

Y me importa un rábano lo que otros opinen de como he decidido llevar mi vida o como la llevo en estos momentos.



La única opinión que me importa  es la de las personas que han sabido reconocerme cuando yo apenas podía ver una milésima parte de mi misma.


La de las personas que han creído en mi cuando yo apenas creía.



Son ellos a los que les regalo mi tiempo.


A los demás les dejo las conjeturas, los análisis psicológicos, los retazos de mi misma, la intuición y la fantasía.
A los demás les dejo a la puta y a la santa. A la cruel y a la bondadosa. A la mártir y a la ruin.
A los demás les regalo la mentira de lo que soy.


Porque ya no, ya no dejo que cualquier persona pase a formar parte de mi vida.

He perdido demasiada tiempo subida en autobuses que no llevaban a ninguna parte y no estoy dispuesta a perder mas.



Ahora son solo los demás los que viven de las conjeturas.




Ahora puedo mirarme al espejo sin angustia , sin miedo a que una parte de lo que reflejo me engulla.




lunes, 18 de febrero de 2013

Escribir






Escribir es el acto mas intimo y a la vez el mas publico que un ser humano puede legar a otro.
Es abrir una ventana desde tu mente y tenderla al vació permitiendo que otros comprendan una milésima parte de lo que ocurre en tu interior.
Permitir que dos vidas conecten o se separen para siempre.
Reavivar el dolor, la pasión o la rabia.
Ser amado o ser odiado.
Escribir es como dar la vida y quitarla un segundo después.
Escribir es nacer.
Permitir que salga otra versión fuera de ti misma , una oscura y escurridiza que no consigues materializar con gestos.
Escribir consiste en sangrarte. Donar a otros tu dolor y tu alegría.

Escribir es como una agonía, como un nuevo renacimiento.


Sin embargo unos pocos no consiguen materializar su vida sin darle sentido por medio de las palabras.


Y el sentido no se mide en lo que esas palabras provoquen a los interlocutores.



El sentido se mide en dotar a la propia vida de palabras precisas.


En conseguir que una película muda encuentre su voz.

En dotar a una nota de un compás y enhebrar una melodía del silencio.


En darle color a lo gris.


En darle materia a las pasiones y los dolores mas profundos y comprender lo que uno conserva vivo y muerto en lo mas hondo.


En eso consiste el escribir.



En atreverse, rebelarse, conocerse, odiarse.



En descubrirse mas allá del espejo y respirar a través de unas letras para poder insuflar de aire los pulmones.




Escribir es un proceso que nos desvincula del mundo y nos hace íntimos para luego curiosamente volver a conectarnos a el.



Escribir es soñarte , a través de mis sueños.

Buitres y aguilas





Dime que nosotros estamos hechos de esperanza.
No de carne , sangre y huesos sino de posibilidades.
Cuéntamelo cada noche y haz que me duerma como un niño pequeño que todavía cree en la magia.
Tal vez en eso resida la vida.
En sobrevolar nuestros propios sueños y descubrir que ahi muchos mas allá fuera.
Que la vida nos tiene reservado un plan maestro del que no somos conscientes.


Que seguimos siendo águilas que ondean el horizonte con elegancia y maestría.

Que no hemos recortado nuestra silueta y menguado nuestra forma hasta convertirnos en buitres que susbsisten de la miseria ajena.



Tal vez afirmar que uno vive solo consista en creer que todavía queda una remota posibilidad que nos muestre que aunque la vida se empeñe en mancharnos las fauces de nuestra propia existencia , nada esta perdido si uno consigue recordar que pese a todo conservamos la capacidad de poder volar.



Eso es lo importante.



Recordar que vivir no consiste simplemente en subsistir.



Recordar que vivir consiste en morir cada noche y renacer cada mañana.





En elevarse sobre todo lo repugnante y creer, poder creer en que soñar despierto y vivir son la misma cosa.




Lograr que nada ni nadie nos arrebate nuestros sueños.





Que nadie nos quite la capacidad de volar.




Porque si no conseguimos hacerlo no somos nada ni nadie.



Polvo entre el polvo, cenizas entre las cenizas.


Carne muerta sobre la carne muerta.




Buitres soñando con ser águilas solo por tener en la boca su carne muerta.

sábado, 16 de febrero de 2013

Dime en que crees







y te diré en que patria yacen tus ideas.
Muéstrame las llagas de tu estigmatizada fe.
Y te diré a quien pertenecieron.
No es nada nuevo y único eso que te has colgado al pecho con ilusión y soberbia.
Sobre los colores de tu bandera vive la sangre de los que antaño tuvieron el valor de luchar codo a codo por sus ideas.
Hoy en día eso no se hace.
La ideología se ha convertido en una propaganda, en un panfleto que se vende barato para cualquiera.


Ya no quedan personas que se jueguen el pellejo por una idea.
Pues nadie tiene ideas propias.


Mira como maman de lo añejo.
Son solo infantes raquíticos que insuflan en su pecho ideas ya perdidas, olvidando cultivar otras nuevas.




Son los hijos de una revolución muerta. Los señores del capitalismo.


Mañana olvidaran su pancarta y cambiaran de chaqueta.




Bienvenido este es el mañana.



Usan la barricada como hogar sin saber cuantos muertos arrastra cada silaba.





Nadie se coloca una granada en el pecho.




Cuando el terror llama a la puerta no hay revolución lo suficientemente fuerte para hacerle frente.







La muerte de unos pocos tiñe de vergüenza la forma de vida que eligen unos cuantos.




Y eso lo cubre todo de espanto.



Dime en que crees, que patrias has pisado.



Yo te diré que tengo quemados los pulgares.





Todas las patrias me parecen pequeñas y todas las ideas comunes me resultan teologías individuales.





No hay mas camino que el que marcan los pies.






De la tierra quemada no pueden surgir flores.






Abre camino a cada paso. Atrévete a pensar. Observa mas allá de la muerte.




Empieza la revolución en el pecho.




Porque ese es el único lugar del que ha de nacer.






sábado, 9 de febrero de 2013

Dos estúpidas. La una para la otra.




Se habían reunido en torno a la mesita.
Giulette mostraba sonriente su anillo de compromiso mientras le contaba a Eugenia que Pietro le había encontrado un chico perfecto para una cena doble.
Había interceptado fugazmente las preguntas concernientes a su compromiso y las había evitado como un reo la cárcel.
Tan solo se había mostrado divertida enseñándole las fotos del ultimo verano que fueron a la costa Azul.
A Eugenia aquello le parecía banal, estúpido y una verdadera perdida de tiempo.


Recordaba cuando la vida era algo demasiado complejo como para ejemplarizarlo en una sola palabra.
Las conversaciones en torno al futon sobre los entresijos de la vida.
El como se vanagloriaban mentando la risa , el llanto o la desnudez ajena.
Las largas disputas sobre el significado del amor y el odio para acabar comprendiendo que ambos partían de la misma enrevesada raiz.
El porque del levantarse cada mañana, lo que hacia a uno impulsarse a andar, lo que insuflaba aire en sus pulmones.

La primavera de sus vidas había pasado y todo lo bello que se podían ofrecer se había escarchado hasta convertirse en algo banal que pudría todo lo que tocaba.

Las separaba una barrera enorme.


Cuando Giulette se marcho de la casa rompió en llanto.

Por un momento se había sentido tan feliz cuando vio una mueca en el rostro de su amiga.

Su tristeza fue su mayor triunfo.

Por un momento todas aquellas huidas intempestivas a la hora del almuerzo y la falta de afecto parecían algo glorioso con el simple y reticente hecho de compartir calor con alguien en la noche.


En el fondo todo aquel despliegue de felicidad era la mascara mas sensata de la tristeza.

Eran tan inestables los seres humanos. Tenían tanto miedo que para no encogerse sobre su propia sombra necesitaban cebarse de la flaqueza ajena.


Crueles, si.


En realidad por mucho que se llenaran la boca de decir que tenían la mente abierta la tenían tan cerrada que cuando observaban algo distinto a lo que poseían se encogían de miedo por el temor a no haber escogido la opción correcta.



No entendían que en el fondo ambas se asemejaban.

Que todos nos asemejabamos.


Que a lo que todos nos aterraba era no sentir calor en la noche por mas cercano que estuviera otro cuerpo.
La gelidez propia.
La inevitable e insoportable certeza de hallarse solo y desnudo ante el mundo.



Pero se había olvidado que esta certeza podía menguar con la palabra, con el afecto, con el cariño, el amor,la literatura, el sueño, la vida.

Y todo se había convertido en algo puramente estético.

La realidad, los sentimientos, las personas.

Simples objetos decorativos.



Aquella mañana Eugenia pensó en llamarla.

Quería citarla en una discoteca del centro solo por el hecho de que la otra no podría ir por una comida con sus padres.
Recordarle los lazos que la separaban de su mustia juventud  y recalcarle la falta de libertad de la que se había teñido su existencia.

Lo hizo.




Es indescriptible lo mucho que hacen dos seres humanos por el simple hecho de negar su miedo.


Envidia.


Tal vez el lazo que une y desune a dos personas.



La vida era demasiado mezquina hay debajo y las niñas habían olvidado que lo mas importante no era el dinero, el sexo o la fama.


Ahora necesitaban reafirmarse sobre esos preceptos ante cada desconocido, para creer que ellas que se habían rebelado sobre aquel sistema cruel, eran en realidad dos peones asustados que tenían miedo de contemplarse en el espejo por comprobar que no poseían la entereza que hacia tan poderosa a la otra.





viernes, 8 de febrero de 2013

Rumbo fallido.






Las personas son como estaciones que uno toma en un determinado momento de la vida creyendo que le llevaran a algun rumbo concreto.
A veces el viaje se toma mas de la cuenta y consigue que apreciemos cada uno de los instantes que la otra persona nos ha cedido de su tiempo, otras sin embargo la persona se convierte en un referente de los lugares que uno odiara visitar a lo largo de toda la vida.
A mi no se me da bien tomar destinos largos.
Siempre suele salir algo mal.
Hace falta constancia y empeño y mucha perseverancia. Cosas de las que por desgracia, casi todos carecemos.

Pero sobre todo destaca esa capacidad innata de buscar lo idílico en el otro.

La gente no comprende que lo que nos atrae de los demás no son sus cualidades sino sus defectos.

Que lo que nos une a otro no es la fuerza que uno usa para sostenerse sino su capacidad de hacerse añicos.


No suelo compartir este punto de vista con nadie. Pero tampoco suelo buscar en las personas lo que otros buscan.

Siempre ha sido así.

Pero al menos no me averguenzo de ser la pieza defectuosa de un conjunto.



Soy lo que soy por todos los errores que he cometido y todos los que me quedan por cometer.



Si alguien va a amarme por mis cualidades mas vale que salga por la otra puerta.