martes, 20 de agosto de 2013

Abstraccion





En aquella época la educación se había vuelto un remedio eficaz para cualquier síntoma de rebeldía y los médicos la inyectaban en las venas junto con la vacuna de la gripe.
Los niños marchaban uno a uno en una procesión funesta ante la atenta mirada de sus madres que supervisaban todo el proceso.
Eso se llevaba haciendo ya muchos años y los que se dejaban transferir esa carga lo hacían de una manera libre y conforme.
En aquel siglo tan nuestro la educación era la soga perfecta para que cualquier cobarde sintiera que había sido su entorno y lo aprendido lo que le había hecho tomar todas las decisiones erróneas en su vida.
Sin embargo había un momento donde uno comprendía lo fatídico de la situación y se daba cuenta de que había un mínimo resquicio de si mismo que seria suprimido para siempre de la faz de la tierra.
Aun así lo que se ganaba era muy superior a lo que se perdía.


Y los pocos que se oponían eran encerrados en centros, tachados de patologías mentales adjudicadas con una ojeada.
La esquizofrenia fue catalogada como un delito y al que asumiera aceptar que tenia mas personalidades en su interior que la que le correspondía se le imponía cadena perpetua y era condenado a formatearse o morir.


En las calles seguía habiendo delincuencia, prostitución y asesinatos pero nadie se preguntaba el porque de aquellos sucesos y se aceptaba y permitía la violencia como un eslabón hereditario de un ambiente extremadamente hostil.


Sin cuestionarse que diferenciaba al bien del mal


Y en las puertas de aquellos centros médicos infames ponía un letrero en luces de neón que atrapaba a cualquier incauto.



''Todo esta permitido. Menos pensar por uno mismo''


Por eso decidían aplicarse esa pequeña muerte dolorosa que solo seria el preludio de un conjunto de muertes que les acontecerían a lo largo de todo su vida.


La humanidad tenia la solución.

La fortaleza como vehículo para autocuestionarse.


Pero era mas cómodo no aplicarsela.



Era mas cómodo ir muriendo de a poco a poco.

viernes, 9 de agosto de 2013

Universal






Los niños  empujan a las hormigas que se arremolinan en el bordillo de la piscina con un deje de escepticismo y sorpresa y las observan ahogarse con mutismo selectivo.
Alguna gente no entiende la increíble atracción que sienten algunos insectos por lograr su propia autodestrucción y ante su incomprensión el único recurso es hacer boquear la ignorancia por medio de la indiferencia.
Pasa en todas las especies.
Los impulsos destructivos que llenan de éxtasis y euforia a otro, sus neurismas internas y sus pequeñas odiseas no son mas que demencias catalogadas por el psicoanálisis de calle.
Lo individual se canjea como universal con un billete y una sonrisa y las grandes torres que se erigen para conservar lo propio son bombardeadas constantemente por medio de lo ajeno.
Cada uno llega al mundo con una revolución y sera el propio mundo y los seres que lo habitan los que traten de sofocarla por medio de la palabra y el silencio: las dos armas mas mortales de nuestra moderna civilización.


No dejes que nadie te diga que estas equivocado.
Tu misión no es esa.
Tu misión es llegar a tu destino.
Tu destino no esta en las palabras o los silencios de los demas.
Tu misión esta en la palma de tus pies.
Deja que sea ellos los que dicten tus impulsos.
Arriesgalo todo. Juega a la ruleta rusa con el destino y vuelate la cabeza con un traspies.


Hemos de morir mil veces para poder llegar a nacer.


No intentes que nadie entienda tu dolor, ni tu aplomo ni tampoco tu fortaleza.
No busques provocar la carcajada o el aplauso.
El dolor y la pasión que viven en uno son como un cáncer que ningún medico puede catalogar.


Para poder opinar sobre la gracia o la desgracia ajena no sirven ni las manos que se tienden para sofocar las lagrimas ni tampoco las que empuñan una soga alrededor del cuello.


Mi vida ya ha sido best seller en multitud de ocasiones.

Me gusta que intente comprarla el mejor postor y que sea primera pagina del mas querido o el mas ausente.



El nombre ahi que ganarselo y pocos son los que conocen el mio.


No os confundáis.


No hablo de ese nombre con el que a todos nos llaman al nacer.

Hablo del que la vida nos otorga.


Ese solo lo conoce el viento y el no susurra sus verdades a los necios.


Ante mi individualidad lo universal perece.


Seguid mandando ejércitos a mis trincheras.


Mi propia vulnerabilidad me hace cada día mas fuerte.



Mis propias lagrimas son la savia que me regenera.



Cuando estoy mas hundida , me hago mas fuerte.