lunes, 15 de agosto de 2016
Recomendación cinefila
Hay películas que te recuerdan que el cine es para sentirlo. Para vivirlo.
Que es un conjunto de emociones, de sensaciones, de olores. Un compendio de imágenes que te llegan al alma para cubrirla de algo nuevo.
Esta es mi primera película de studio ghibli y aunque no he visionado mas para tener una opinión solida tengo que decir que la belleza de la imagen y lo hondo de la historia nos hacen darnos cuenta de que estamos ante algo único e insólito.
El cine de animación nunca ha sido uno de mis fuertes pero la verdad es que no se puede catalogar esta obra bajo esa categoría. Seria demasiado simple hacerlo. Porque ''El cuento de la princesa Kaguya'' no es solo una película de animación, es muchas otras cosas.
Es una película que apela a los sentimientos mas profundos. Que los despierta.
Todo en ella es simple pero tambien muy grande. Todo esta cargado de una belleza frágil e inestable que es difícil describir pero que se percibe fotograma a fotograma.
La película en si misma es una metáfora sobre la felicidad o la forma de hallarla.
Presentada en forma de algo que se nos escurre entre las manos, una especie de premio lejano por el que tendremos que afrontar grandes pruebas que nos traerán aflicción, dolor y tristeza. Algo efímero que se hace duradero cuando lo poseemos.
Kaguya sabe que la verdadera genialidad de la vida esta en vivirla por si misma. Con todo su dolor y su dicha. Busca en lo cotidiano ese cuadro de acuarelas que le permita seguir mirando a la realidad con un brillo especial, con una ilusión genuina. Sabe que lo falso y lo artificial rodean la vida de todo ser humano. Se ha dado cuenta de que la autenticidad es lo único que puede salvarnos.
Podría hablar mucho de esta maravillosa película y de su fantástica bso. Es curioso como una simple cancion pueda hacernos sentir tantas cosas. Hacer aflorar tantos sentimientos.
El cine no es para escribirlo.
El cine es para vivirlo.
Así que recomiendo esta pequeña joya a quien de verdad busque en una película algo mas que pasar el rato.
Es tan bonita que duele. Con ese tipo de belleza que te carcome las entrañas porque te hace sentir que lo que estas viendo no es algo tan lejano a ti mismo. Que es una ilusión que se te presenta bajo distintas formas cada mañana.
Hay mucho de la vida real en esta historia. Mucho de nosotros mismos.
domingo, 7 de agosto de 2016
Fotografías
Detesto ver caer a las personas que quiero.
Verlas hundirse sin remedio.
No poder hacer nada. No poder salvarlos.
Saber que mi mano no es tan fuerte como creo, que a veces no basta con ella para aportar seguridad a alguien.
Saber que he perdido una guerra en la que por mucho empeño que ponga todo estaba ya decidido.
Y es que a veces no basta con querer.
A veces la vida nos vuelve de piedra. Nos anula. Nos aniquila.
A veces todo es un espectáculo al que no estamos invitados.
Una obra en la que solo somos espectadores.
Simples visitantes de un país del que únicamente nos podemos llevar un par de fotos.
Y yo daría mi vida por poder cambiar el rumbo de las escenas que se reproducen en esas fotografías.
Pero ni eso bastaría para cambiarlas.
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