martes, 9 de julio de 2013

Recomendación veraniega





Nunca suelo recomendar series. Me resulta fastidioso verlas y prefiero las películas ya que la excesiva duración de las primeras suele acabar por arruinar la trama principal o por desmejorar el producto que nos quieren vender de primeras.
Comencé a ver Breaking Bad porque su argumento me resulto original teniendo en cuenta la cantidad de bodrios y series llenas de cliché a las que nos tienen acostumbrados los guionistas.
Walter White es un profesor de química cincuentón y que  tiene que tener un doble empleo limpiando coches para poder mantener a su mujer que se ha quedado embarazada por segunda vez y a su hijo adolescente con parálisis cerebral. Fracasando en todo lo que se ha propuesto en la vida se siente inferior a cualquiera incluso a su cuñado Hank que es un agente de la DEA.
Es interesante ver como la monótona y insulsa vida de este hombre cambia brutalmente cuando descubre que tiene cáncer de pulmón y ante su posible muerte decide abrir un laboratorio ambulante de metanfetamina  para dejarle a su familia dinero cuando el ya no este. Para esto cuenta con la ayuda de un antiguo alumno suyo; Jesse Pinkman que es un yonki consagrado y del cual no se puede esperar nada bueno.
Partiendo de esta premisa el planteamiento que se nos plantea resulta bastante interesante.
Ver como un tipo debe llegar al limite de si mismo para poder mantener a su familia es una gozada y resulta hasta cómico.
Pero si uno se decide a ver esta serie teniendo una idea en su cabeza no va a llegar a ningún sitio.
Breaking Bad es como un coche destartalado con el que no se espera hacer muchos kilómetros pero que cuando uno se sube en el es capaz de llevarte muy lejos y torcer en una esquina cuando esperes que llegue a otra zona.
Es una serie sorprendente en la que los personajes crecen en cada capitulo, demostrándonos que llevados al limite los seres humanos podemos cambiar radicalmente o tal vez mostrar la cara oculta que hemos estado escondiendo cuidadosamente todos estos años de los demás.
Los personajes no son héroes o villanos por un toque de magia, son personajes hechos a raíz de las decisiones que van tomando en cada capitulo, personajes que evolucionan y deciden traspasar lineas éticas con las que nunca habían soñado.
La ambición, el poder, la falsedad son las características que engullen a algunos de ellos conforme vamos avanzando en las temporadas.
Pero también descubrimos una sensibilidad y una humanidad enormes en personajes a los que  no les atribuíamos esas características de primeras.
La lealtad y la compasión en ocasiones enfrentadas a la brutalidad y la falta de escrúpulos.

Estamos ante una serie que juega con nosotros y nos manipula, que nos emociona y nos hace reír a carcajadas o llorar. Que provoca una multitud de emociones inmensas en el espectador y que no deja a nadie indiferente.

Con cuatro temporadas y media Breaking Bad es una de las mejores series que he visto y de las cuales puedo afirmar que no creo que tenga un final que deje a ningún seguidor decepcionado.


Breaking bad no es una serie dramática que narra la historia de un hombre que elige el camino equivocado.
Tampoco es una historia que habla del mundo de la droga aunque muchos de sus planos e historias den una percepción mas realista de ese mundo que películas tan aclamadas como Trainspotting o Requiem por un sueño.
Breaking bad es una de las mejores radiografías del alma humana que se nos han ofrecido, un cuento terrible y a la vez increíblemente bello sobre la condición humana.

Sobre lo humanos y lo terribles que somos todos una vez que se apaga la luz y nos quedamos a oscuras.



No es una serie para cualquiera  pero sabéis que cuando recomiendo algo lo suelo hacer a conciencia.


Si queréis disfrutar con una serie inteligente y llena de genialidad y estáis hartos de las típicas mierdas que hacen con el único objetivo de pudrirnos el cerebro esta es una oportunidad que no podéis echar a perder.


Estoy segura de que no os decepcionara.


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