jueves, 17 de julio de 2014
Cosas que me hacen sonreir
Mirar por la ventana y ver que alguien ha escrito : Buenos días princesa, para alguien, que importa quien, en mitad del suelo. Y recordar de un modo inminente e instantáneo a Roberto Benigni caminando sonriente hacia la muerte.
La cercanía del olor que desprende un libro nuevo que te invita desde lejos a navegar entre sus paginas y perder tu esencia entre ellas distorsionándola.
Encontrar mensajes en la arena con frases que te bañan los ojos y te dejan la sal y el susurro del mar incrustados en las mejillas.
La sonrisa de un hombre que no tiene nada pero se alegra de tener una mano que se enlace con la suya y le de calor en mitad de la noche. Porque eso en el fondo es lo unico que importa, lo unico valioso.
El caminar tranquilo y calmado de un animal salvaje que emerge de entre la naturaleza sediento de vida sin conocer que el mundo se ha convertido en un lugar cruel y indiferente a la belleza.
La fuerza de una madre que hace del miedo coraje y desafía al mundo solo por apartar el llanto de su hijo.
Simples gestos, sonrisas, modos de mecerse en el viento.
Esas son las cosas por las que sigo en pie. Por las que no me odio al mirarme al espejo cada mañana.
Por las que sigo sonriendo aunque cada vez haya mas motivos para que la tristeza me domine.
La belleza de las pequeñas cosas bombea mi corazón, le da fuerza a mis piernas, traza firmes y seguros mis pasos.
Esos destellos de luz alejan la oscuridad que hace tiempo forma parte de este mundo.
Esos momentos efímeros sostienen una eternidad que esta de antemano limitada por la fecha de caducidad de un producto demasiado banal para ser verdadero.
Soy un pintor ciego que sobrevive trazando siluetas en un lienzo que nunca llega a ver.
Un arquitecto que ha lo ha reducido todo a una escala tan minúscula que ya no se esfuerza por observar distante el mundo desde rascacielos pero sin embargo no para de soñar con ellos.
Soy un escritor que encuentra las letras en las estrellas del firmamento y tiene que traducirselas a la luna para poder sentir su claridad.
Soy un animal arcaico, extinto, que sigue en pie en medio del asfalto.
Lejano, tranquilo, ausente, inmerso en una aureola de violencia, degradación y perdida.
Sediento de emociones nuevas. Sediento de vida. Soñador en un mundo de seres que han olvidado que la única libertad esta en poder atreverse a soñar con los ojos abiertos.
Solo tenias que mirarme y hacerme grande.
Nunca ahi que perder la capacidad de sonreír. De convertir seres minúsculos en gigantes con una sola mirada. De colorearlo todo con el rubor de las mejillas
Todo reside en la capacidad de ver y de enfrentarse al paso del tiempo.
Todo reside en una mirada. En la fuerza de erosionar las horas y convertirlas en un par de segundos que nos hagan protagonistas de una historia que no es la nuestra pero que da brillo y sentido al resto.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Sin dudas que tenes mil y un motivos para sonreír, por poder ver el mundo desde esos ojos.
ResponderEliminarEste mundo realmente apesta a podrido, y que a veces parece imposible sobrevivir entre tanto escombro, pero también es verdad que todavía puede verse la belleza en muchas cosas. Sólo hay que saber apreciarla y saborearla como haces tú. Enhorabuena por ese don.
ResponderEliminarGracias y bienvenida. La cuestión esta en como observar pero estoy segura de que todos podemos hacerlo a pesar de lo nauseabundo del día a día . =)
Eliminar