jueves, 5 de abril de 2012

Hablo mientras duermo




Palabras inconexas que unidas unas con otras van siendo absorbidas por mi pared .
Y ella espera paciente cada noche cuando los demonios de mi mente deciden arrojarse por las ventanas de mi subconsciente y buscar otro alojamiento que siga abierto mas tarde.

Y cuando mis pupilas se contraen y mis pestañas ofrecen a mi iris la posibilidad de retozar en un estado de éxtasis y placidez mi cerebro se desconecta.
Y por unos momentos hablo.
De mi boca salen palabras inconexas.
Hablo todo lo que callo.

Y mi pared paciente y calmada,blanca y serena,me espera ansiosa con cualquier chute de sentimentalidad que pueda ofrecerle.

Y yo hablo.Hablo sin parar.

Y ni siquiera se a quien le hablo.Si a Dios o al viento para que arroje toda la cantidad de versos deformes y perversos que se entremezclan con mi dormida saliva.

Y mis palabras son fuertes,veloces,audaces.
A veces lloran sin saberlo como un niño pequeño que se asusta de una tormenta.
Y otras no paran de arrancar sonrisas extraviadas.

Y cuando todo el dolor,el sufrimiento,el hastió,la alegría,la esperanza,la ilusión se dejan mecer por el suave manto de la noche.
Despierto
Y es en ese momento donde descubro que soy retratista.

Pero mi lienzo esta vació.No hay color y a la vez todo esta lleno de luz y de diferentes tonos y matices.

Todo esta lleno de color aunque el propio color no exista

Y mis manos están llenas de tinta.

Mis inútiles y absurdas manos han creado un retrato lleno de movimiento.


Y he conseguido dibujar algo que tiñe las mejillas de un rojo aplastante.
Algo que cuando esta lleno de euforia se retuerce nervioso por escapar de la comisura de los labios y que cuando duele se atranca en la garganta y aúlla en el pecho.
Lo he hecho.




He conseguido retratar el silencio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario