Benditos sean

los que han dejado de creer en todo
Porque la vida para el creyente, la vida para el que espera es letal.
Le hiere tanto como hieren las barreras de acero a las bestias enjauladas.
Como hieren las palabras distantes a un ave que vive de lisonjas y granos de felicidad en una juala.
Como al anciano que se ha vuelto tedioso y apunta en una libreta todos sus recuerdos para no creerlos lejanos.
Duele creer en la vida cuando cada dos de las cuatro palabras que nos narra , versan acerca de la muerte.
Duele creer en el amor cuando lo ves prostituido en cada esquina y los actos mas leales y nobles se pervierten de manos del que desconoce la simpleza de querer por mero instinto.
Se pierde.
Vuela lejos. Muy lejos.
Como las miles de mentes que se consumen por no haberse alcanzado en toda su gloria.
Se extravía. Como solo se puede extraviar la vida.
Como solo se puede extraviar la muerte.



Se oye como un canto. Y nos arrojamos al mar en nuestros botes.
Sin talento,sin miedo, sin satisfacción.

Buscando cantos de sirena.

Seducidos por la simple certeza de creer en algo. De caer seducidos ante alguna afirmación.



La verdad, el éxito y el fracaso son quimeras que solo cantan mentiras bien formuladas.


Se olvidan de lo mas importante.


La bondad.


La única cosa en la que el ser humano cree hasta el final.

Tal vez porque es la única con la capacidad de mantenerlo cuerdo.

De justificar lo atroz y cruel de su paso.
Lo doloroso y violento de su caminar.
Lo tormentoso de su trayectoria.


Tanto genocidio no se entendería si alguien no hiciera una obra maravillosa cada milenio.
Son las buenas acciones las que nos salvan.
Y son también las que nos hunden.


Los cantos de las sirenas nos mantienen con fe.

Pero la fe exige un precio incalculable.


Temeroso es el camino de los que creen. Porque es un infierno

Bendito es el paso de los que han dejado de creer y rezan a la nada.

Porque han aceptado que el ser humano es dañino y perverso por naturaleza.

Benditos sean por ello.


Necesitan muchas bendiciones para poder seguir con vida.

Cuando uno deja de creer en la bondad , deja de creer en la vida.


Que la nada nos engulla.