sábado, 1 de marzo de 2014
El poder de las sombras
Conocieron al león cuando solo eran unos cachorros. Una sombra enorme se cernió en el horizonte y abandonados como estaban lo aceptaron como mentor. Una sombra que nunca percibieron como real con todos sus matices.
Las semanas siguientes les hizo someterse a todo tipo de pruebas. Los dejaba solos en el altiplano mientras el sol devastador les desorientaba, los llevaba a zonas donde cazar presas era del todo imposible y los abandonaba allí días enteros con el unico fin de que los cachorros mas fuertes devoraran a los débiles.
Y poco a poco todos los débiles fueron muriendo uno a uno menos un cachorro que se fingió muerto sobre uno de los charcos de sangre de sus hermanos. No fue difícil ya que la sangre era y había sido siempre la única prueba por la que seguían unidos y fingirse muerto y rodeado de hedor era una practica ya conocida para un peón como el.
Al anochecer escapo. Tuvo que criarse solo y hacer de su debilidad fortaleza. Aprenderlo todo solo para aprender.
Pasados los años descubrió un aparato abandonado en la sabana. Una especie de objeto que aumentaba el tamaño de las cosas.
En el otro extremo estaban todos los cachorros que habían crecido amparados bajo la sombra de su éxito y se habían convertido en despojos que compitiendo por su grandeza habían acabado mutilándose los unos a los otros. Pero lo mas extraño fue ver al lado a un animal minúsculo. Una especie de gato viejo y cansado que dormía amparado por la luz. Era tan grande como una de sus patas. Al abrir los ojos pudo ver en ellos los ojos de su maestro.
Que estúpidos habían sido, creyendo en el poder de una sombra. De un ser insignificante y cobarde que se había echo grande a costa de hacerlos minúsculos.
Pudo haberlo hecho sucumbir bajo sus garras, matarlo de un zarpazo, pero decidió dejarlo con vida.
Tenia el lomo magullado y lleno de heridas.
Posiblemente de los cachorros que en su locura también le habían atacado.
Se marcho de allí comprendiendo que ser fuerte no es una cuestión de tamaño o de elección.
Ser fuerte es una actitud.
Es una prueba.
Es una cuestión de naturaleza.
Solo el que ha sido débil y minúsculo puede llegar a ser fuerte.
Porque ser fuerte por mucho que su mentor les enseñara no es ser cobarde, ser cobarde solo es posible para los que cimentan su fuerza sobre la debilidad ajena sin admitir que la debilidad es solo una muestra de fuerza.
Pero ya era muy tarde para sus hermanos porque habían decidido creer en sombras.
Porque la verdad nunca esta en la graduación de la mirada.
Esta en la visión objetiva y desgarradora, en la visión donde decide cobijarse la fortaleza.
Y la fortaleza nunca escoge como guarida a los que albergan en su interior el poder de minusculas sombras.
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uhmmm me ha encantado! muy buena fábula!
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