miércoles, 29 de agosto de 2012

El flash como pistola que no tiembla.





Cuando se licencio como periodista solo tenia un sueño : mostrarle al mundo la realidad.
Cuando su primer día de trabajo lo tomo por la espalda su visión de la vida cambio para siempre.
Lo habían llamado de la televisión local, unos informativos querían narrar el final de un caso que llevaba la policía.
Simone Richards era la hija de media América ya.
Una niñita rubia y rolliza de solo cuatro años que había desaparecido sin dejar rastro durante semanas.
Al principio la atención recayó en los familiares de la madre ya que la pequeña tenia un tío expresidiario.
Pero luego poco a poco el caso se fue disolviendo hasta hoy.
El cadáver de Simone había sido hallado en el piso de un pederasta. El hombre se había suicidado antes de asesinar a la niña.
Cuando Federico llego todo estaba cubierto de periodistas y casi no pudo atisbar el cuerpo de la pequeña.
Poco a poco se fue acercando pero lo que vio supero el propio horror de lo que ya sabia.
La niña estaba tendida en el suelo y su cabeza(separada del cuerpo) estaba rodeada por un charco de sangre inmenso.
Su cuerpo presentaba una postura violenta y llevaba un vestido de franela lleno de barro.
Lo peor era observar las magulladuras de sus brazos y ver la descomposición de aquel cuerpo tan prematuro.
Quiso cerrar los ojos,marcharse de allí y olvidar aquel asunto pero los flashes de sus compañeros lo rodeaban sin cesar.
Pensó en su hermana Rose,su tierna y delicada Rose.
Pensó en que sentiría si viera su cuerpo destrozado en la portada de algún periódico o en la televisión mientras comía.
Pensó en la pobre Rose vejada en vida y vejada en muerte.
Expuesta encima de un mostrador como un cordero troceado.
Pensó en la pobre Rose y sintió ganas de llorar pero sabia que si no hacia aquella maldita foto seria despedido y coloco la cámara de tal manera que el angulo captara la expresión de horror de la pequeña.
Sus compañeros miraban el cuerpo entristecidos pero al salir se felicitaron por la calidad de las fotos.
-Ya veras como mañana sale en las noticias. Mis fotos,mis fotos. Las vera todo el mundo.


Federico observaba medio enmudecido su fotografía pero aun isa la mando a la televisión como todos sus compañeros.

Al mediodia mientras engullía un bistec con sus padres y su hermana se mostró la noticia acompañada de una instantanea.
De repente se quedo sin palabras.
Podría haber dicho que la foto era suya,haberse lucido con sus padres de su magnifico trabajo pero solo sentía una nausea avanzar tras de su garganta conforme se llevaba los pedazos de carne a la boca.
Su madre lo miro extrañada y le pregunto que le pasaba pero no pudo hacer mas que marcharse corriendo al baño y vomitar.
Estuvo vomitando dos horas seguidas mientras recordaba la mueca de horror de aquella chiquilla.
Vomito hasta que sintió que se pudría por dentro y entonces su madre entro en el cuarto de baño y le paso una llamada.
-Joder tio, que suerte has tenido. Tu foto y en primera plana.El jefe esta contentisimo,hoy ha subido la audiencia mucho.
Quiso decir algo,escupirle gritos a su interlocutor ,decirle que lo que rodeaba aquella cabecita rubia no era sangre , que era la aureola de un angel y que ellos sucios buitres no solo se habían cebado con su tragedia sino que ademas habían hecho dinero de ella.
Recordó el pequeño cuerpo, ese cuerpo indefenso que ni siquiera se molestaron en cubrir con una manta.
Un gesto de piedad, de afecto o de cariño. Un simple gesto.
Colocar esas manos tan pequeñas y aquellas piernas para dar un aspecto mas presentable.


Los que preparaban a los difuntos para los velatorios tenían mas piedad que ellos.
No,nadie sufrió por la pequeña Simone pese a las caras de pena que se mostraban al pulsar cada click.
Habia muerto vejada como un animal y pasaría a la posteridad así.

Y el no era mejor,otro buitre,otro monstruo.

Quiso decir miles de cosas pero solo dio las gracias y su compañero comento- Ya sabes, lo malo del trabajo tio. No hay nada que atraiga mas la atención de la gente que la sangre.
Les hace sentir horror y seguridad a la vez. Un chute de emociones, el LSD que fabrica la propia mente.




Podía soportar que la gente se desnudara en platos de televisión y expusiera su vida privada.
Podía soportarlo pero aquel día comprendió que no era tan diferente a aquellos exhibicionistas de andar por casa.
Podían haber adjudicado el caso dando detalles técnicos en la televisión sin entrar en detalles escabrosos, fotografías y demás,haber enseñado las instantáneas a la madre y a la policía. Haber hecho justicia simplemente con vejar el nombre de aquel pederasta repugnante en cada cadena.
Pero en cuanto a lo repugnantes no eran muy diferentes.
También le movía el morbo. Pero un morbo diferente.
El del horror.
El de la falta de tacto,sensibilidad y verguenza.
Pensó en llamar a la madre de Simone y pedirle disculpas.

Disculpas por mostrar esa imagen de su hija, por forjar una imagen de ella que recordaría siempre.
Hubiera querido mandar un video de la niña sonriendo.


Para que la gente viera que era un ángel.


Para que dejara de ser ese muerto.


Pero era demasiado tarde. Aquel caso ya estaba pasado. Debía buscar otro titular.


En su mente solo se repetía una frase: SUBIR AUDIENCIA, SUBIR AUDIENCIA, SUBIR AUDIENCIA.

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