lunes, 27 de agosto de 2012

No me gustan las despedidas

Nadie puede sentirse feliz sabiendo que el paso de los años convertirá su nombre en simple olvido.


Y yo.


¿Soy tan fácil de olvidar?


Me gustaría pensar que no.

Que soy de esas personas que uno siempre lleva en el corazón pero se que lo mas posible es que me engañe.
Que al fin y al cabo todos somos sustituibles.
Basta con encontrar la pieza adecuada para hacer el cambio.






Pocos son los que aprecio y menos aun los que amo.
Pero es tan difícil sentir amor en esta vida.


Y tan fácil sentir verguenza y asco por una raza que no siente empatia siquiera por sus congeneres.

2 comentarios:

  1. No creo que todo el mundo sea sustituible. Hay quienes pasan por la vida sin dejar huella o peor aún tierra arrasada. Pero hay personas generosas que sin proponérselo se curran un oasis en tu corazón que solo les pertenece a ellos y que por años que vivas nada ni nadie podrá ocupar de nuevo. Cuando las perdemos es un desastre pero ¿hubiera sido mejor no haber disfrutado de su existencia?

    Jeje, como ocurre con tus entradas "fantasma" (si me permites llamarlas así), los lectores que no tienen activado ningún tipo de subscripción se quedan sin gozarlas. :)

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    1. Tienes razón, a veces escribo algo con lo que al rato no coincido y acabo por reeditarme a mi misma.
      Obviamente algunas personas son como una habitación oscuras y la presencia de otras ilumina cualquier sitio.
      Pero es normal ponerse triste cuando la distancia te aleja de alguien a quien has apreciado mucho.
      Lo que has dicho sobre la perdida me ha recordado a una escena de ''esplendor en la hierba''. No se si la conoces pero tiene un monologo parecido que habla sobre la belleza de los recuerdos y de los momentos compartidos de dicha. Gracias por recordarmela =)

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