sábado, 29 de diciembre de 2012

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Podría hacer una de esas entradas que te hacen replantearte todo lo que has conseguido a lo largo del año y todo lo que se te ha ido de las manos.
Hablar de las personas que se han marchado de un modo brusco de mi vida o de las que se han alojado en una pequeña parte de mi interior.
Pero no tendría sentido.
Porque creo que cada una de las palabras que he escrito en este blog a lo largo del año lo relata de una manera mucho mas coherente.

Supongo que cada año es un proceso de golpes bajos y momentos de gloria.
Que las perdidas y las ganancias se tambalean en las manos del azar y al final todo consiste en llegar en el momento exacto o en perder un autobús.
Cada día es un proceso de aprendizaje y cada uno de los actos que realizamos. Desde los banales hasta los mas profundos, desde las decisiones triviales hasta las complejas marcan un hito.
Porque toda acción conlleva a un acontecimiento inesperado y algunas de las consecuencias que acarrean nuestros actos son decisivas.
A mi nunca se me ha dado bien  pensar en que sera de mi el día de mañana.
Tal vez por eso a veces haya tomado decisiones erroneas y fatales.
Sin embargo creo que las prefiero.
Porque si he llegado a donde estoy no creo que unos cuantos desvíos en el camino me hayan hecho mal.
De hecho vivir es perderse para lograr encontrar el camino o tal vez saber uno.


El año pasado una de las personas mas sabias que conozco me dijo que todo en la vida consistía en marcarse pequeñas metas, en atreverse a hacer cosas que nunca te has planteado o para las que te ha faltado valor o fuerza.

Ahora se que todo depende de improvisar, de olvidar poco a poco el dialogo aunque haya muchos que insistan en recordartelo a cada minuto.


Siempre he sabido que vivía en un escenario y creía que  me eran indiferentes  los aplausos y los abucheos.
Pero siempre nos acaba golpeando una parte de lo que causamos.
Ahora se que no vivo de los que atienden de manera pasiva a la escena sino de los que suben al escenario y la emprenden conmigo a besos o a golpes.
Muchas veces he llegado a pensar que ese tipo de personas no existen.

Pero por mucho que sea una escéptica, uno siempre se lleva sorpresas.




Creo que uno adquiere mas conciencia de si mismo a base de perder cosas.
No me trago a la gente que cuenta siempre con los mismos amigos, con las mismas relaciones.


Porque al final todos crecemos y vamos desechando y ganando a nuestro paso.



Y creo que no todas las derrotas son tan trágicas como se las pintan porque en algunas ganamos lo mas importante: la capacidad de decidir por nosotros mismos.



Supongo que nochevieja solo ha sido creada con el pretexto de volvernos a todos unos nostálgicos que se masturben viendo albumes de fotos de relaciones pasadas.


Pero a veces hace falta mirar fotos antiguas. Verse lleno de granos y con cara de incomodidad.
Recordar a esa persona que creías haber olvidado pero te viene de vez en cuando a la cabeza.


Y sobre todo fijarse en lo que hay en la escena.

A veces la realidad, lo que mas ansiamos esta justa enfrente de nuestros ojos.


Y pasamos la vida, ensimismados, mirando a un punto muerto.

Sin avanzar, sin comprender.


Sin darnos cuenta que el pasado ya no tiene arreglo.
Que por mas que elijamos el futuro para volver a poder viajar a el en una maquina del tiempo, no hay modo de recuperar lo que ya esta roto.


Lo único que nos queda es el presente.

Y nuestro único cometido es ir creándolo día a día.



Porque a veces lo aparente no es lo que mas necesitamos.


Y son esos detalles absurdos que siempre hemos pasado por alto los que hacen que todo valga la pena.







Si alguno ha llegado a este punto de la narración solo me queda felicitarle un feliz y jodido año nuevo.




miércoles, 26 de diciembre de 2012

La realidad siempre es esquiva






y por mas que el pintor intentaba retratarla no lo conseguía.
De un momento a otro parecía que conseguía captar la verdadera esencia de las cosas pero cuando creía haber acabado el cuadro siempre encontraba un nuevo matiz, un nuevo detalle que había pasado desapercibido a sus ojos.
El problema le llego a quitar el sueño durante muchas noches y cuando cayo en la cuenta de que no encontraba el modo de terminar su encargo, se marcho de viaje unos días.

Había sido una petición que le había parecido demasiado sencilla.
En principio solo tenia que retratar a una chica joven, de unos dieciséis años en el jardín de su casa.
Pero  en cada sesión encontraba algo nuevo. El tiempo y la naturaleza se asimilaban a los ojos de la chica y pecaban por su falta de constancia. Marchitaba su mirada y se apagaba la luz que la hacia brillar junto con el sol y volvía a renacer una nueva chispa mucho mas intensa a la mañana siguiente.
A veces tenia la mirada velada por una especie de halo raro que avecinaba una tormenta y después la primavera jugaba a florecer su rostro llenándolo de nuevos y contradictorios matices.
Su lienzo se había convertido en un espacio realmente reducido en el que ya no había lugar para mas detalle ni observación.
Pero sabia que el verdadero cometido de su arte era el de reflejar la realidad.

Un día paro a beber unas copas en un bar y acabo confesandole su problema al camarero.
Pero el hombre se mostró molesto y altanero y se limito a servirle su copa.
Sin embargo, de repente, un anciano que estaba sentado a su lado tomando un vaso de whisky le dirigio la palabra.
Era extraño, aquel hombre. Parecía el típico mendigo que había que echar de un local a patadas cada madrugada pero mostraba tal serenidad y calma que transmitía buenas vibraciones con solo mirarlo a la cara.

El anciano carraspeo y después de tomar un trago , por fin le hablo: Muchacho, ¿de verdad crees que es posible captar la realidad?
Porque ese es el mayor problema de Dios. ¿Ah no lo sabias? Dios también fue retratista. Intento captar con suma delicadeza y con una belleza exquisita cada insignificante detalle de su obra. Cuerpo y alma unidos en un solo lienzo.
Pero se equivoco de manera grotesca.
Joven, si algo me ha enseñado la vida es que es imposible captar la realidad.
La realidad no toma tiempo muerto ni descanso. Siempre crece. Muere para renacer.
La realidad esta en constante cambio.

El joven lo escucho sorprendido porque hasta entonces no había obtenido una opinión que verdaderamente tuviera que ver con su problema.



A partir de aquel día el artista decidió dejar de pintar.

Pues comprendió que nunca conseguiría llegar a la verdad absoluta con una pincelada.


Rechazo los encargos y oculto todos sus cuadros para que nadie pudiera verlos nunca.



Cada pincelada le parecía una mentira llena de belleza ilusoria.


Tal vez el anciano tenia razón.


Y la vida humana era un lienzo demasiado grande como para querer abarcarlo.

Tal vez la propia existencia fuera un ser escurridizo que siempre se escaparía de sus manos.

viernes, 21 de diciembre de 2012

Solo hay algo que puedas hacer por cambiarlo todo





vivir


Llana y secamente.

Sin mas indicación contenida.

Por muy agujereadas que estén tu sensibilidad, tu moral o tu ética.

Vive, por que ese es el único motivo de soportar la pesada carga de los días.

Vive, porque el tiempo es preciado y limitado y la muerte no regala concesiones.

Rodeate de los que te saquen una sonrisa sin dificultad y huye de los que te recuerden todo el hedor de ahi fuera.

Y pierde los esquemas, rompe tus directrices, olvídate de tus propias normas.

En el fondo la felicidad no existe.

Tiene fecha de caducidad como el amor o la pasión.

Es fruto de unos solos segundos que se evaporan entre el viento.



Quizás mi vida no tenga sentido, la intensidad con la que quiero vivir cada segundo.
Quizá seria mejor sentarse y esperar a ver como todo el mundo se desmorona ante mis ojos.

Pero por mucho que la vida insista en que participe en su teatro como una espectadora pasiva, me niego a participar en su show diario.


No podemos congelar aquellos instantes que nos hagan creer en lo inmaterial.
No podemos retener en nuestras manos un pedazo de edén porque la tierra fue creada para esconder que su verdadera naturaleza es la del infierno.


Dios. Todos esos asesinatos, esas atrocidades, esa falta de piedad, de empatia, de bondad en las personas.
Todos esos padres que dejan llorar a sus hijos y todas esas madres que combinan la maternidad con un buena dosis de caballo.

Todos esos seres que llenan el mundo de maldad y repugnancia, de asco y de incertidumbre.


Están ahi.

Son los personajes principales de la trama.

Y lo peor no es su existencia en esta historia si no su permanencia absoluta.



Porque siempre existirán.



Es imposible cambiar al mundo. Cambiar los patrones éticos y morales, la identidad personal de cada ser humano.

Es imposible agarrarse a un concepto vació e inocuo como el de la felicidad.


No podemos detener el embiste de la muerte que acabara por envolvernos en su fino manto de olvido.



Lo único que podemos hacer es vivir.

Es lo único que poseemos la vida.

Ni amantes, ni amores, ni odios, ni pasiones.


Todo es efímero. Todo es transitorio.



No puedes pegarte a la espina dorsal una palabra esperando que un simple recuerdo te haga caminar cada mañana.



Levántate.
Construye tus recuerdos.
Bebe, juega, ama, odia, piérdete a ti mismo en el fondo de una botella y luego vomita tu inseguridad para encontrar la fuerza necesaria para sonreír.
Sueña, crea, desmonta y adopta una actitud.
Que sea el calor de la mañana el que te dibuje sus impresiones solo para demostrarle que ante todo tu eres mas fuerte.



Porque nos pueden quitar los sueños, la fe,las metas,la capacidad de amar.


Pero nunca nos podrán arrebatar la vida.


Así que compréndelo de una vez por todas.


La muerte no necesitaría tomarse mucho tiempo con tu cuerpo.
Ahi gente que lleva muerta años sin que su organismo lo muestre factible.
Ahi gente que no merece el increíble regalo de vivir.



Gente que ya ha decidido que el paso de los días tiene mas poder.


Gente que se ha rendido y solo espera caer fulminado.




Yo no me he rendido.


Yo no me rendiré nunca.



Yo quiere beberme la vida.



Aunque me indigeste con ella.



Yo quiero vivir.


Aunque vivir sea morir cada minuto.




http://www.youtube.com/watch?v=GUcXI2BIUOQ

domingo, 16 de diciembre de 2012

C'est la vie






Mi vida no es mas que un conjunto de especulaciones muy bien logradas.
Verdadera carne para la carroña que necesita engullir miseria ajena con el desayuno para no sentir la propia.
El verbo prostituido en la boca de cualquiera sin saber si quiera usarlo como arma mortal.

Hace tiempo que las palabras de los demás me traen sin cuidado.
Las suposiciones, los rumores, las mentiras hirientes de personas rencorosas y despechadas.

Porque cuando desaparezco de la vida de algunas personas ; la mentira es lo unico que queda en el vano intento que algunos han tenido de poseerme.

Porque ahi quien solo posee a otros por medio de las mentiras.

Es un buen método de haber creído conocer a alguien.

Pero lo cierto es que le permito el placer de conocerme a muy pocos.


Aun  a día de hoy me sorprende ver lo mucho que mi vida da de si para algunas personas con las que apenas he tenido mas de dos palabras.

Pero supongo que así es la vida.

Somos invisibles para muchos hasta que los rumores ajenos y la palabrería nos van coloreando y juegan a darnos forma.


Y así algunos pueden afirmar con talante y soberbia un : si ,la conozco.




No me entristece eso.



Me entristecen las personas que no aceptan que has decidido arrancarlos de tu vida.

Las personas que necesitan de los rumores para sentir que han formado parte de tu piel.

Cuando ni siquiera se han aproximado a sentir como propio su tacto.







martes, 11 de diciembre de 2012

Los mejores cerebros del pais






trabajan en las campañas de anuncios.
Campañas navideñas con muñecos de peluche que se hacen caca encima y spots de invidentes que convierten fortuna en miseria con un solo chasquido son prueba de ello.
Pero pese a sus brillantes ideas todavía no han comprendido que el futuro esta en los anuncios de preservativos.
Podrían vender mucho mas si en vez de una pareja atractiva pusieran un primer plano de Belen Esteban o de uno de los concursantes de Gandia Shore con un lema abajo que dijera '' mañana , pueden ser tus hijos''.
Debería ser una verdad tan implícita como la que muestra la cajetilla del tabaco.
Pero en este país si en algo somos expertos es en volver la verdad una mentira.
Nos han adoctrinado los políticos de turno que han aprendido de los ilusionistas la técnica del engaño y la especulación.
Y nosotros fieles corderillos hemos aprendido bien su lema, haciendo una lista de propósitos absurdos para la noche de fin de año que acabaran sepultados en alcohol y temprano olvido.
Siempre es bueno proponerse perder unos kilos , dejar de fumar o volver a hablar con aquel exnovio pelma.
Hemos comprendido que lo banal y las mentiras piadosas que uno mismo se propone tomar como ciertas, son lo mas importante.


Pero nada es demasiado grotesco mientras tu puedas pegarte un fieston de la hostia y gastar 50 o 60 euros en una sola noche.
No importan las familias en paro ni los muchos despedidos.
La vida deja de importar una mierda cuando el yo se proclama como el único partido al que va destinado el propio voto.
El amor propio es un veneno que engullimos casi tan rápida como esas uvas mustias que prometen a los depresivos y a los mediocres creer que la suerte es fruto de lo rápido que tragues basura en una noche.
Porque en el fondo la política se basa en eso.
Tragar miseria tras miseria y autofustigarse a uno mismo.
Ensayar en el espejo mentiras piadosas para acabar creyendo que son verdades y hacer lo mas creíble nuestro discurso aprovechando las carencias y las tragedias de los demás.
Porque al fin y al cabo cuando llevamos el rumbo del destino de unos miles no importa que nuestro vehiculo se estrelle, siempre y cuando consigamos lo que deseemos del autoestopista incauto que ha creído leer en nuestros ojos la bondad mas infinita.

Porque el lema de un gran país es el todo esta permitido.
Se llene los bolsillos el político mediático o el alcalde estúpido de un pueblo de mierda.

Ya lo enuncio maquiavelo en su libro ''el príncipe ', la única forma de conseguir poder que posee el ciudadano es por medio de la persuasión y la mentira.



Pero nada de lo descrito anteriormente tiene importancia si el poder de nuestras mentiras tiene la fuerza de lavar toda la suciedad que generamos.






VIVA LA HIPOCRESÍA




Este país es el primero en producirla.





jueves, 6 de diciembre de 2012

Es mi corazon




un cigarrillo que se consume lentamente.
Y cada noche quema un sueño con el fuego de su ceniza.

Es mi corazón una desgastada rueda que chirría cuando cambia de dirección pero necesita girar y perderse para  poder volver a casa.

En mi interior coexiste un engranaje formado por un reloj de arena que lleva nombres escritos con sangre grabados en las manijas. Y cada vez que escribo tu nombre en una juega a pararse para demostrarme que todavía hay quien puede convertir un segundo de mi vida en un año malgastado.

Es mi corazón la fosa séptica donde los justos arrojan a los monstruos.

Y yo los cuido y los alimento aunque mis pechos estén llenos de incertidumbre.
Llenos de alcohol destilado que les hace trepar por mi garganta y reposar insomnes en mi lengua cuando la falta de sueños o la nostalgia juegan a ponerles la zancadilla provocando un aborto sintáctico.

 Y yo disfruto proporcionándoles refugio porque se que el interior de un justo esta enterrado en el cuerpo de un pecador y me encanta abrir la maldad en canal para encontrar un trozo de piedad.

Porque se que su monstruosidad solo reside en la determinación de que son hombres.



Y yo los he vuelto a parir aunque parir sea asesinarlos y hacerlos consumirse, tal y como se consume mi corazón  cada noche.


Porque no es mas que un cenicero lleno de belleza confinada en minúsculas partículas grisáceas que un día se erigieron cuan titanes.



Esto es sin duda mi corazón.





Y no necesita hacer el amor mirándose a un espejo para nombrar la palabra amor.


Porque ha destripado el verbo. Ha violado y roto al verbo. Lo ha destrozado para comprenderlo.



Y ha descubierto que la palabra amor no tiene fuerza si no se convierte en odio.






Así que si tomas sitio procura entender que lo único permitido es que todo esta permitido , todo menos hacerme perder el tiempo.




Porque al fin y al cabo, si, creo que si.


De eso justamente esta hecho mi corazón.


De tiempo.

sábado, 1 de diciembre de 2012

Esos a los que tu llamas personas






me parecen seres de otro planeta.
Cuerpos hechos de otra materia.




Quizá sea verdad eso de que el hombre creo al diablo a su imagen y semejanza.



Solo de la maldad del hombre puede surgir la crueldad extrema que vemos cada día en nuestros televisores.


No es tiempo de ser cínico.


Pero con el paso del tiempo el cinismo es lo único que nos diferencia de esas personas.


Que nosotros sabemos que detrás de la esencia humana no solo se esconde la bondad mas excelsa sino la mas creativa maldad.



La mas elaborada forma de hacer daño.



Admitirlo no es ser cínico, es ver la realidad tal cual es desprovista de mentira o engaño.





A veces veo en mi propia especie algo errático y repugnante.

Algo imposible de identificar como propio.


Los mismos animales que creemos gobernar con nuestra inteligencia muestran mas ternura y calidez que el propio ser humano.


Los mismos animales que creemos gobernar con nuestra inteligencia poseen algo que pasamos toda la vida buscando sin saber que nos fue arrebatado nada mas nacer.


La inocencia.



Por eso tal vez los que mas sufren en este mundo sean los animales y los propios infantes.

Por cruel o triste que parezca.


Porque este mundo no se asienta sobre la inocencia, sino sobre la falta de ella.






Ser humano se basa en carecer de inocencia.

Mientras el sol se colaba por la rendija de la ventana






recordaba con calma y placidez un momento exacto de su vida.
Era extraño como la memoria había rescatado aquel momento de repente en un día como aquel que tenia la catástrofe como enunciado.
Pero le gustaba evadirse en el mientras simulaba mirar hacia la persiana solo para evitar el contacto de los ojos de Annika que la observaban llorosos y llenos de dolor.
La culpabilidad la carcomía cada vez que le apretaba la mano.
Al fin y al cabo eran los que se quedaban los huéspedes perfectos de aquel dolor que ya se volvía extinto y marchito.

Había pensado en aquel día cada minuto de su vida pero ahora que lo vivía no parecía experimentar aquel terror sobrenatural y aquella nausea asfixiante que siempre había imaginado como propios.

Mas bien experimentaba una sensación de calma y placidez, de tremenda paz interior.

Como si su cuerpo y su mente fueran una esponja que hubiera sido cargada de sentimientos para luego estrujarse y poner a secar al sol.


No experimentaba sensación alguna.


Annika la miraba confusa, probablemente creía que había sufrido alguna alucinación.


Se solía decir con bastante frecuencia que las personas que experimentaban una situación similar sufrían todo tipo de alucinaciones antes de expirar.


Lo pensaba pero no lo materializaba con palabras.

Porque Annika siempre había sabido que lo que marca el inicio o el fin de una vida no lo producen las veces donde uno toma aire y respira sino las palabras y los silencios..


De repente algo insólito ocurrió.

No vino precedido de un frió glaciar ni tampoco de una sensación de pánico absoluta.
Su llegada se produjo sin mas inconveniente que el del que llama sin pedir permiso.

No sobrevino ninguna sorpresa en ella pues llevaba esperándolo desde que tenia uso de razón.
Si bien su relación se había basado en la indiferencia y el  rechazo mutuo siempre había existido un tipo de curiosidad innata de la que ambas habían disfrutado.

Pero no fue hasta ese día en el que cayo en la cuenta de ello.


Lo supo cuando observo su semblante de cerca y recordó un momento preciso de su existencia que creía olvidado.



No contaba con mas de doce años cuando su abuelo murió.
Aquel hombre bonachón y sonriente que siempre le regalaba dulces y solía mostrarle dibujos de acuarelas de repente se había convertido en un cuerpo frió e inerte.
Ella fue la primera en descubrir su cuerpo en la sala de estar.
Acababa de llegar de clase y fue a recibirlo.
Quería entregarle un dibujo que llevaba haciendo semanas y que había terminado en el colegio.
Al entrar no noto nada raro. Su abuelo estaba sentado como siempre en la gran butaca mirando hacia el suelo.
Sin embargo había algo extravió en su mirada. Un pequeño detalle que la inquietaba. Se acerco a el para enseñarle su gran obra pero cuando lo toco y chillo en su oído no obtuvo respuesta.

No le hizo falta permanecer mas tiempo a su lado.

Se marcho a su cuarto y se encerró sin decir nada a nadie.


Entonces la vio por primera vez.

Huidiza y siniestra acababa de abastecerse de la carne de su victima y ahora buscaba algo que no podia obtener, el espíritu.

Supo que la observaba pero decidió armarse de valor y comenzó a desnudarse.

Se quito prenda por prenda con seguridad y sin el menor signo de pudor.

Quería que contemplara aquel cuerpo joven y cargado de calor y sintiera un dolor inmenso.

Quería que sufriera por no poder poseer el control de algo tan frágil y vulnerable.

Pero su maquinal actitud fue algo que no comprendió en aquel momento en el que no podía mas que envolverse entre las sabanas y llorar a lagrima viva.

Aquel día sin embargo se volvían a encontrar.

Ella se mostraba fría e inalterable como siempre. Apenas había cambiado. Todo en su ser continuaba siendo estéril y falso. Ni siquiera la intensidad que robaba la hacia portar ese halo de vigor que otros presentaban solo con una mirada.
A pesar de los años no se había vuelto majestuosa o imponente.
Ella, la mas temida de cada narración infantil. La que llenaba a los niños de miedo y les provocaba el llanto al nacer ahora se cernía como un simple parásito y lo efímero de su cuerpo se revelaba como su guarida.

La tomo de la mano y supo que por mas que tomara aquel cuerpo nunca habría vencido.

Debía ser un duro revés no verla llorar, implorar u orinarse encima.

Pero hacia tiempo que había dejado de temerle.

Aquel cuerpo había muerto y renacido miles de veces.

Lo que se llevaba solo era la cascara, el material del que creyó estar hecha un día.

Lo mas importante ya había perecido.



Por eso sonrió cuando su mano hecha de humo envolvió la suya para tomar por fin cuerpo.

Porque ella lo tenia todo mientras la otra carecía de complejidad.




Porque mientras la vida la había convertido en el personaje central que desarrollaba una obra, a la otra solo le había sido encargado subir o bajar el telón.





Sin pasión, sin fuerza, sin rabia.


Sin aplauso final.





martes, 27 de noviembre de 2012

Yo también tuve un maestro





Alguien a quien seguir ciegamente.
Alguien que me cambio de arriba a abajo y me hizo olvidarme de lo que era.
Alguien que jugo con mis sentimientos y me hizo analizar los porque de las cosas.

Nuestra relación nunca fue algo estable e idílico.
Tuvimos encuentros y desencuentros fatales.

Mi mejor maestro se llama vida y me ha enseñado todo lo que se a base de hostias.

No hay otra.

A golpes era la única forma de aprender.

Por eso no me tengas por una cínica , ni me confundas con una ilusa.

No esperes de mi algo sorprendente pero tampoco te limites a encontrar en mis manos un cumulo de nada.

Vivo de la incoherencia y el caos de mis propias ideas pero en el fondo aunque ni siquiera lo percibas mi mecanismo de actuación es mucho mas simple que lo enrevesado de mis ideas.

Si me das una sonrisa , abandonare mis muecas de asco y te regalare una mirada optimista.
Si me das un abrazo no volverás a sentir que tus brazos son la mejor extensión de fortaleza que posees.
Si me quieres te querré a rabiar.
Sin lógica, sin moral, sin tiempo, sin desperdiciar ni un solo segundo.
Pero si me apuñalas por la espalda mi golpe sera brutal.
Si lo que me das es odio recibirás desidia y rencor.

Si intentas golpearme una sola vez prepárate para besar el suelo.

Y si juegas a usar tus palabras como arma mortal contra mi, mis palabras te envenenaran cada bocanada de aire que respires.

Si me tocas un solo pelo te destrozo.

Soy justa con los que son justos conmigo.
Doy amor a los que me dan afecto y soy implacable con los que deciden inmolarme en sus cruces de tela de araña.


No busques mas lógica en mi.

Tal vez esperar algo de otro solo por dárselo es una opción poco factible en el día a día.
Pero no me trago ese discurso que muchos enuncian de memoria de que donde no hay nada que ofrecer no hay nada que dar.

El puto mundo no funciona así.

Somos lo que ofrecemos al resto del mundo. Y vivimos justo de lo que damos.

Cada acción provoca una reacción y cada cosa que hacemos por los demás acarrea sus consecuencias.

No puedo observar a los demás directamente como enemigos mortales.


No puedo ser fría o calculadora aunque me lo proponga.

Cada vez que he intentado revestirme de hielo lo he quemado una y otra vez con el material inflamable del que están hechas mis propias pasiones.
Mis demonios son superiores a mis santos.

Y si dices que soy fría es que apenas sabes nada de mi.

Todo lo que me des te lo devolveré con creces.

Amor,odio u esperanza.

Puede que sea una manera descerebrada de actuar pero no conozco otra manera de enlazar mis movimientos.

Hace tiempo fui una de las que enrolaba una bandera con el gris de la vida como lema.

Es bonito decir que no buscas nada en la vida o en las personas.


Pero no seguimos vivos por la desidia.


Nos impulsan los cambios.
Nos levantan de la cama las veces en las que creemos en los demás.
Somos los momentos de esperanza que dejan a oscuras todo el dolor del mundo.


Prefiero que la pasión me mate a que la inercia me destroce.


Si he aprendido algo de la vida es que constantemente tengo que superar mis limitaciones.


Superarme a mi misma.


Olvidarme de las reglas y desligarme de lo aprendido.


Es bueno tener barreras con los demás.
Siempre y cuando esas barreras no te dañen.

Al fin y al cabo todo reside en hacer daño.
En dejar que te lo hagan.

La vida esta hecha de eso.


Quien huye del dolor y del sufrimiento , de las decepciones y de los golpes de la vida.
Acaba por aislarse del amor, de la ternura y de la gracia de vivir.



Es bonito creer que somos superiores a todo eso.
Respaldarse en la experiencia para simular la cobardía.


Yo misma lo he hecho durante muchos años.

Tal vez demasiados años.


Pero nunca se me ha dado demasiado bien ser una cobarde.




Si la vida se empeña en ser mi maestra yo le rebatiré cada golpe mostrandole que ante todo soy su mejor alumna.

domingo, 25 de noviembre de 2012

Observa al niño mientras hojea su libro







El pequeño ha hundido sus manos en la arena y suelta una risa sonora y risueña.
Sus ojos brillan con el sol y se mueve indeciso y temeroso.

Comienza a colocar montones de arena sobre otros con mucha destreza mientras unas gotas de sudor caen sobre su menudo cuerpo.
Sus ojos están concentrados en ese montón de arena y no puede parar de preguntarse que debió de sentir el al erigir su primer castillo de arena.
El niño cada vez parece mas interesado en su actividad y pasa horas hallando dependencias y formando nuevos niveles.
Ha creado una pequeña muralla defensiva, y tal vez unas altas torres.
Mientras da forma a la arena comienza a emitir vocecillas de frenesí.
Su ímpetu le hace sonreír y su ilusión le transmite una sensación placentera.


De repente una pierna traviesa derrumba la inmensa montaña de arena deshaciendola en sus dedos.
Una pareja de niños corre enérgica a través de la playa sin pararse a mirar por donde pasa.
El hombre se sorprende abandonando su lectura y enfrentándose a los niños mientras el pequeño fija su mirada en el castillo destrozado y rompe en sollozos.

Los niños intentan excusarse entre risas ahogadas y frías miradas impasibles.
Al poco rato desaparecen entre la gran multitud que camina de un lado a otro para llegar a algun rincón de la cala.

Coge al pequeño en brazos y intenta calmarlo pero todo es en vano.
El mismo se encuentra alterado de sobremanera.


Nadie entiende nada.
Nadie comprende nada hasta que no pierde el objeto en el que invierte mas tiempo.
Es esa sensación tan humana de dejar huella que ciega a todo el mundo.
Esa necesidad de hallar la perfección en algo o en alguien.

La ilusión que se invierte en hacer surgir algo tangible de la nada.

El tiempo que se dedica en comprender que todo lo que ha sido creado, ha de ser también destruido por la erosión del tiempo.

Y busca con sus ojos los del pequeño para tratar de hacerle comprender la fugacidad del tiempo y lo efímero de la vida.
Pero sus pequeños ojitos antes llenos de vida, se han cerrado del cansancio y el sopor del disgusto.


Mañana apenas recordara el incidente y sus ojos curiosos buscaran otro lugar donde hallar eso que sin saber ha perdido tiempo atrás.

Se sienta sobre la hamaca con su pequeño y caluroso cuerpo encima mientras observa a los pequeños vándalos correr.


La vida transcurre a base de esos pequeños momentos donde uno descubre que los sueños y las metas no son mas que arena que se nos escurre entre los dedos.
Y nadie parece percatarse de ello hasta que es demasiado tarde porque aunque no lo sepan todos hallan la perfección en el esfuerzo y el tiempo invertido.
Aunque el objeto sobre el que dedican tantos minutos de dedicación sea algo de una belleza que se pierda en segundos.


Porque tal vez aunque ni el mismo lo comprenda, en eso consista levantarse cada mañana.





Y con esa sensación deja el libro y se sumerge en el mar con el niño.

Dejando que las gastadas olas produzcan el efecto de las letras sobre su cuerpo.
Helando sus huesos con la única intención de alejar de sus cuerpos el calor.


Haciendo que las gotas de agua produzcan múltiples sensaciones sobre sus pieles que luego se evaporaran con un rayo de sol.

Como un grupo de letras prestadas.

Como la propia vida.

Como la nostalgia, lo vivido y el recuerdo.


Pero ahi algo que el tiempo no puede destrozar.




La perfección de vivir con intensidad cada segundo.



Por eso cuando el niño vuelve a abrir de nuevo los ojos solo lo invade una sonrisa.



jueves, 22 de noviembre de 2012

El día de su decimoséptimo cumpleaños



Antes de bajar a encender las velas y a recibir felicitaciones de familiares y amigos quiso retocarse un poco el peinado.
Se miro en el espejo y descubrió que estaba sangrando.
El pánico se cebo con ella y por mas que intento explicarse el origen de aquellas heridas no tenia ni un solo recuerdo del dolor que debía haberle producido hacérselas ni de el motivo por el cual ocupaban su cara que anoche era inmaculada y apacible.
Quiso esconderse el rostro con un pañuelo pero comprendió que seria inútil.
Debía bajar al salón que ya estaría envuelto en el jolgorio y el bullicio del feliz acontecimiento.
Su madre habría decorado una de esas tartas enormes que hacia siempre que el cumpleaños de alguna de sus hijas se aproximaba y la sala estaría decorada sobriamente.
Pensaba llamar a la criada para que anunciara a los invitados que la fiesta se posponía pero seria tan cruel desbaratar todos aquellos planes que la idea se fue de su mente con la misma rapidez con la que vino.
Mientras pensaba que excusa poner para explicar el mal estado de su rostro descubría que su cuerpo vibraba de dolor cada vez que bajaba un escalón.
Algo la hacia tambalearse y no encontraba paz o calma posible para aparentar mas entereza.

Cuando llego al salón descubrió algo insólito.

 Aquel lugar estaba  completamente vació.

No estaban los músicos amenizando la velada con una de sus sinfonías  ni tampoco su madre sonriente y esplendorosa con un grupo de vecinos, sus amigos tampoco habían llegado todavía.

Todo era demasiado extraño.

Pero lo mas caótico de todo era que su mente estaba llena de recuerdos que no le pertenecían.
Ocurrió de repente, sin previo aviso.
Callo al suelo y se retorció de dolor mientras los recuerdos se acumulaban en su mente como los rostros de los desconocidos se amontonaban en un album que había dejado de pertenecer a un individuo concreto.
Quiso gritar que ella no era aquella mujer pero cuando intentaba formalizar su deseo en palabras le parecía estúpido intentar argumentar que no era la persona de la que estaban hechos todos sus recuerdos.

La casa lujosa, los vecinos sonrientes, la madre apacible, los amigos expectantes.
Todo le pareció un cuento, una imagen mental que había proyectado sobre si misma.
Alguna historia extraña que había leído en algun libro.



Los recuerdos anteriores desaparecieron y solo quedo aquel extraño desfile de desconocidos en su mente que la hacían sentirse una extraña en su propia morada.

De repente alguien toco la puerta.

Un rictus de pánico le atravesó la cara y comprendió que el siguiente paso seria decisivo.

Debía elegir entre dejar entrar en su vida a un completo desconocido o volver a aquel estado anterior que invadía su mente y que ahora solo le parecía una ensoñación.

Aunque con pavor fue aproximándose hasta el pomo y una vez abierto un extraño cortejo lleno la sala.

Las llorosas mujeres vestidas de negro imploraban a dios por robarles un cuerpo infantil y los hombres corpulentos portaban un féretro.
Bastaba elevar un poco la mirada para ver el rostro del difunto a través de la cubierta de cristal.
Aquella desconocida tenia su mismo rostro armónico y blanquecino.
No era otra sin duda , incluso parecía tener el nombre que ella siempre había querido poseer.

Pensó que era un simple fantasma y se quedo un rato perpleja observando aquel cadáver hasta que unos ruidos en las escaleras la despertaron y todo el cortejo fúnebre miro hacia aquel rincón.

Gloriosa y reluciente una muchacha con su mismo rostro y cuerpo bajaba las escaleras mientras todos la miraban reír embelesados.

Era como si su mente se hubiera quebrado y los pedazos se le estuvieran incrustando en los pies.

Se sentó en una butaca para intentar calmarse y observo que una mano se entrelazaba con la suya.


El.


El hombre que había observado en primer lugar al abrir la puerta se dirigió a ella:


-Estés donde estés, siempre sabre encontrarte. Siempre sabre quien eres.


Una mirada de ardor prendió en sus mejillas y la observo totalmente anonadado.

Hubiera querido preguntarle quienes eran aquellas muchachas que tanto se le asemejaban.
La que estaba postrada en aquel féretro y era despedida por amigos y la que ocupaba el lugar central de una celebración pomposa y excéntrica.

Pero callo y retuvo su mano con la suya con recelo.


Pensando que tal vez lo extraño fuera aquello.

Que lo erróneo fuera conocer, conocerse.

Y que lo único verdadero fuera creer que todas aquellas posibles vidas podían morar en un mismo cuerpo.

Pero siempre le había resultado deprimente encontrar errores en los cuentos y historietas en los que siempre había creído.


Porque la propia cordura consistía en creer en la  locura de lo individual por si mismo.

Porque tal vez ser real se basara en admitir que lo individual existía tan solo por una unión de lo colectivo.




Pero admitir aquello le parecía demasiado terrible.

domingo, 18 de noviembre de 2012

Tal vez nuestro sitio no sea el cielo


con sus infinitas posibilidades y sus recompensas efímeras.

Tal vez nuestro sitio no sea el infierno.

Con sus dudas eternas y sus culpas injustificadas que la memoria tiñe de recuerdos.

Tal vez el único lugar sea este.

Incierto, variable, inhóspito, a veces cruel y otras alentador.

Tal vez este limbo sea lo único cierto entre tantas acuarelas azules buscando  tonos calmados y placidos y rojas llameantes que pretenden indagar en la textura del mal.

Y tal vez este cielo que truena y nos cala los huesos de gelidez para luego regalarnos un par de caricias cálidas en la piel sea el único cielo posible al que acceder.

Y tal vez esta tierra que es sepultura de huesos, ideas y patrias sea el único infierno posible.

Y quizá lo único que podamos hacer es volar.

Lo mas lejos posible.

Y intentar buscar nuestro pequeño edén entre tanta incertidumbre.

Imitar a los pájaros y volar.

Aunque desorientados y frágiles, pensativos y confusos.

Porque al volar dejamos en el firmamento la mejor huella de que seguimos vivos.

Y que esta tierra que tanto resta y tanto absorbe todavía no nos ha consumido.

Que todavía podemos elevarnos sobre nuestras miserias.


Basta el coraje con el que se impulsa una pierna hacia el vació y  entonces todo habrá valido la pena.



Porque todo el miedo , el dolor y la angustia habrán desaparecido.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Es triste empezar de nuevo

cuando todo lo que te rodea es viejo y tiene un regusto a nostalgia mal definido.
Cuando por mucho que intentes pintarlo todo de colores , el gris lucha por engullirte es su particular visión del universo.
Pero yo nunca he sido de las que se dejan amedrentar por un revés de la vida.

Nunca pensé que fuera a echar tanto en falta la presencia de algunas personas en mi vida.
Pero el caso es que ellos ya no están.
Y debo de encontrar el modo de ser feliz sin su presencia.


Porque solo tengo una vida.

Y nada ni nadie me va a hacer desperdiciarla.



jueves, 8 de noviembre de 2012

A su madre siempre le molesto el ruido.


Recordaba perfectamente las veces en las que el alboroto que formaban los muchachos la dejaba en un estado de agitación permanente.
Cuando el abuelo murió su temor constante al bullicio pareció enmudecerse y se quedo confinada en un viejo sillón medio adormecida.
Aquel mismo día Fiedrich se alisto en el partido por méritos propios y consiguió una brillante medalla que lucio con orgullo y entusiasmo en el pecho.
A la mañana siguiente se marcho de casa sin despedirse de su madre y sin asistir al sepelio del viejo.
La mujer no se inmuto cuando lo vio coger las maletas y caminar hacia la puerta pero cuando salio al exterior pudo oír un llanto seco.

Fiedrich decidió cambiar su apellido por el paterno y distanciarse de sus familiares maternos.
Toda su familia había quedado reducida a una sola entidad: el partido.
Los que lo apoyaban estaban con el y los que no eran sus enemigos mortales y por tanto traidores a la patria.
Años de opresión y esclavitud por parte de los cerdos capitalistas habían dado un fruto interesante, un nuevo gobierno de proletarios para proletarios.
A partir de aquel momento la propiedad privada desaparecería  y los bienes comunes serian colectivos. Toda referencia al capitalismo seria signo de traición y condenada inminentemente.

Su padre lucho seriamente por aquellos principios y se pudrió en una cárcel por robar un pedazo de pan para alimentar a su familia.
Su madre, que había abandonado a sus ricos padres, tuvo que volver a retomar contacto con ellos y vivieron cómodamente durante años.
Pero Fiedrich nunca olvidaría a aquel padre que lo salvo en aquel tramo tan duro de su vida.
Aquel padre que le escribía cartas llenas de entusiasmo, pasión e idealismo desde una fría prisión.
Aquel padre victima de un sistema que consumía al individuo y cuando lo había desgastado , lo arrojaba inservible.
Pero su madre y su abuelo lo olvidaron pronto.
Haciendo gastos innecesarios y consumiendo productos caros.
Daba igual cuanto se deslomara el viejo, la riqueza era de todos y debía ser compartida.

Fiedrich intento alejarse de todos aquellos pensamientos que le rondaban la cabeza.
Aquella vergüenza atroz por sus orígenes y aquel sabor agridulce que le había dejado el fusilamiento del viejo.
Intento borrar de su mente todos aquellos recuerdos y se preparo para el interrogatorio.

Aquel día habían traído a un preso que parecía tener unas ideas contrarias al partido.
Era un individuo peligroso para la Komiterm y ni siquiera se pensó en encerrarlo en un Gulag.
Debía sacarle toda la verdad y después dispararle a la cabeza.

Fiedrich cojio la pistola pero esta vez no le tembló el pulso.

Aquel individuo lloraría, invocaría a Dios y solicitaría una falsa piedad cristiana.

Tal vez le hablara de su familia, una mujer cariñosa embarazada y cinco hijos menores de edad.
Tal vez le daría un discurso acerca de los prejuicios y el amor.
Pero todo serian estratagemas que buscaran esconder una premisa: la vida de aquel individuo eliminaba las de otros diez.

Cuando entro en la sala el hombrecillo se movió confuso en su mesa.
Al primer golpe comenzó a confesar haber escondido propiedades en un foso.
Al segundo se declaro inocente de haber asesinado a alguien.
En los demás solo pronuncio un nombre: Annika.

Su pequeña Annika.

Pero Fiedrich dudaba de la existencia de aquel personaje y lo atribuía a un delirio de su mente.

Cuando hubo pasado cuatro horas torturándolo ceso en declararse inocente y se acuso asesino y ladrón de la patria comunista.

Fiedrich evito mirarle a los ojos cuando apretó el gatillo y cuando sus sesos se hubieron esparcido por la mesa, limpio el revolver con su camisa y se marcho de allí sin asimilar la menor sensación de piedad o pena.

El gordo capitalista estaba muerto.


Cuando paso una semana fue enviado a otro departamento y sus dirigentes lo mandaron a un gulaj para supervisar a los presos.

Un día se le encargo fusilar a un grupo de mujeres que estaban enfermas y no podían servir a la patria.


El día era frió y la nieve había escarchado las hojas de los arboles.
Los dedos se le habían helado y le costaba mantenerlos calientes en sus bolsillos.
Era la primera vez que debería apuntar a una mujer, pero no le importaba liquidar a un par de esas brujas manipuladoras e intrigantes que protegían en sus casas a verdaderos enemigos de la patria.
El grupo de mujeres era pequeño . Había una muchacha baja y delgada que tenia el pelo negro como la tez, una mujer alta y pesada que tosía continuamente y una anciana que apenas podía andar.
Eliminarlas era un gesto bastante humano para con su enfermedad.

Apenas se inmutaron cuando fue disparándolas una  a una pero la mas vieja pidió un ultimo deseo antes de ser fusilada, quera ver a Annika, debía ayudarla, era solo una niña.

Por primera vez a Fiedrich le temblo el pulso cuando aquella mujer le miro a la cara y le pronuncio aquellas palabras.
Sus ojos color miel tenían la misma calidez y agitación que los de su madre.
En su cabello castaño con mechones blancos y en su sonrisa torcida podía percibir la pesadez de aquella mujer fuerte y altiva que solía decir que no por hacer mas ruido, se tenia mas razón.

Pero era imposible que aquella anciana fuera su propia madre.
Que la mujer que le dio la vida estuviera en un lugar así le pareció inverosímil.

Paso un segundo hasta que cobro la compostura y entonces por primera vez, la mujer pareció cambiar su expresión y lo miro de manera profunda.
Ese pequeño cambio, aunque apenas visible, fue notado por el.
Y la mirada de la mujer se centro en su rostro como si hubieran sido conocidos que habían sido separados durante un tiempo y que volvían a encontrarse.
Parecía conocerlo.
Todo se decidiría en la siguiente silaba que pronunciaran sus labios.
Pero el miedo volvió a llamar al ruido y un sordo pum desplomo aquel cuerpo frágil y menudo en la nieve.


Fiedrich se guardo la pistola en el bolsillo y fue a preguntarle a un compañero el nombre de aquella presa.

Pero el hombre le contesto que cuando entraban a aquel lugar dejaban de tener nombre.

Fiedrich abandono a su camarada confuso y se marcho del campo en cuanto le fue posible.

Cuando cruzo la verja se noto una sustancia pesada y liquida pegada a las pestañas.
Aunque no se había percatado había estado llorando.

Por la calle los miembros del partido arrojaban periódicos a la muchedumbre y chillaban sus mitines con euforia.

Por primera vez quiso que el mundo se quedara en silencio.
Pero sabia que el mundo nunca se enmudecería.
Su madre se mostraba ignorante cuando decía que quien mas grita no tiene mas razon.
Pero por un momento le hubiera gustado pensar en un mundo en el que esa premisa fuera totalmente cierta.

Porque los gritos de los demás habían tenido el poder de dejarlos a todos sin nombre.

domingo, 4 de noviembre de 2012

Todos escondemos una bestia dentro




sedienta de sadismo.
Como una bomba de relojería que alojamos en la sien y ocultamos de cualquier rostro extraño.
Esperando cualquier desajuste para estallar ante nuestra propia estupefacción.

La violencia es algo adherido a la especie humana.

Lo dicen las cifras de los informativos y los lugares a los que las masacres les dan un nombre relevante.

Todos tenemos una increíble capacidad para causar daño y provocar dolor a nuestros semejantes.

Pero a veces decidimos apaciguar a ese ser deforme y monstruoso que podríamos haber sido.


Y eso es lo que nos diferencia de cualquiera.

La capacidad de no habernos perdido.

La capacidad de saber que ahi cosas mas importantes que el odio, el rencor o la propia naturaleza que nos ejemplariza.

Porque pese a todo, siempre es posible empezar de nuevo.

Aunque la esencia de lo que somos intente estallarnos cada minuto en los ojos.

domingo, 28 de octubre de 2012

Eclosion.





Colocabas tus cartas sobre mi cintura creyendo que mi ombligo se convertiría en el foco de una luz que pudiera iluminar toda la oscuridad que te rodeaba.
Guardabas recelos y conjeturas cosiendome certezas en las piernas con la total seguridad de que se convertirían en verdades.
Me plegabas palabras en los labios y me pintabas de tus anhelos o carencias pensando que se convertirían en algo tangible y totalmente distinto.
Pensabas que la abstracción era fácil y que podrías transmutarme en mi piel sin sentir todas las fisuras.
Pero mi vida era un agujero negro que me aislaba de todo desenlace configurado de antemano.



Manabas de mi como los insectos manan de una luz artificial.
Aferrándose a algo por inseguridad o pereza.

Y yo también pensé durante demasiado tiempo que era artificial.

Pero lo único artificial había sido encontrarte.


Pensé que algunas perdidas me sumirían en una total negrura.
Que mis ojos se acostumbrarían a la nitidez de la luna y que mis sentidos se agudizarían con la noche.


Había olvidado que tengo el poder de iluminar la luna con un pestañeo y volver toda su oscuridad en un leve rayo del sol.


No necesitaba tu mirada asombrada para darme a conocer que desprendía algun tipo de destello.



Yo siempre brille.



Pero nunca lo supe.


Pensaba que era tu mirada la que me hacia brillar.



Pero era mi propio brillo el que hacia que tu surgieras de entre tu túnel de negrura y vislumbraras por fin algo de intensidad.



Estaba confundida.



Puedo reinventarme miles de veces con o sin ti.



Tu mirada no me hacia mas grande sino infinitamente mas pequeña.


A ahora que te has ido juego a conjurar destellos en mitad de la penumbra.

Y sonrió mas.

Porque tu perdida siempre fue una victoria .


Tenia unas alas plegadas bajo los brazos pero ahora recuerdo que antes solía volar.


Así que eclosiona, destruye, desarme, miente, engaña, daña.



Ningún golpe me hará olvidar quien soy.



Había olvidado olvidarte.
Pero hoy he recordado lo fácil que era.


Y el otoño que fuiste se me ha deshecho en las manos.

viernes, 26 de octubre de 2012

Quiero que me violes






con tus palabras.

Le dijo una tarde cuando apenas se podía distinguir el brillo del sol.

Y el armo y desarmo el verso como si fuera el propio organismo de un ser humano.

Pero cada vez que intentaba desarrollarlo en el papel , las palabras se le escurrían y se escapaban de su poder.

Quiero que me violes con tus palabras recordaba haberle oído decir.

Pero sus palabras eran tan lejanas que le resultaba extraño tenerlas tan presentes.

No recordaba su rostro apenas aunque recordaba haberlo dibujado a la perfección en tan solo un segundo.
Pero sus palabras veraces y fuertes estaban clavadas en un lugar de su mente.

Con el tiempo conjuro miles de lineas en honor a aquel amor pasado que tanto le atormentaba.


Cuando escribió su primer libro le preguntaron a quien se lo había dedicado.



Pero no supo hablar de aquella mujer sin sentir pudor o vergüenza.

Lo cierto es que no recordaba su nombre.

Solo el inmenso caudal de placer y frenesí que le había hecho sentir.





Pablo era así.

No sabia diferenciar la realidad de la ficción.
La vida se le quedaba demasiado corta.

Siempre habría un camino novedoso que no podría llegar a recorrer, una persona desbordante que nunca llegaría a conocer , una aventura sorprendente que nunca podría llevar a cabo.

En su mente las fisuras eran agujeros negros que lo conducían a otros destinos que no vivían de la materialidad.


La realidad física era una simple prisión.

Por eso cuando le incitaron a recordar a aquel gran amor al que dedico su libro nunca supo precisar  que aquella presencia tierna , perversa y llena de fogosidad no era mas que una musa escurridiza.


Que aquel arrebato de pasión y frenesí sin limite no era mas que la creatividad


''Quiero que me violes con tus palabras''

Y lo cierto es que lo había conseguido.


Extasiaba.


Llegaba al limite de las fronteras físicas y mentales de cualquier extraño.

Liberaba a la mente de la corporeidad y la dejaba subyugada bajo un embiste de extrañeza.

Era como eclosionar su cuerpo con otro.
Era como dibujar su territorio en el limite de otro y rebasar sus barreras.
Era como conquistar un territorio desconocido.



Porque escribir tal vez era una aventura tan desbordante como amar.
Y uno empezaba a matizar la vacuidad de otro sin tener en cuenta el pavor de perder su propia identidad.

lunes, 22 de octubre de 2012

Una sola respiracion





no dota al cuerpo de vida.
Por mucho que se bombee el corazón y se tome el pulso de una muñeca la propia existencia no asegura la consecución de la vida.

El cuerpo ejecuta miles de movimientos diarios por minuto.
Los músculos se tensan o se relajan, los ojos reciben un leve cosquilleo y ejecutan múltiples funciones motoras.
El engranaje de los latidos sigue funcionando aunque no haya nada que impulse al corazón a balancearse.


El propio respirar, el apoyar el pie en el suelo con firmeza y notar cierta seguridad en los muslos no dota a la conciencia de la capacidad de afirmar su propia existencia real.


Lo único que nos percata de la propia vida, lo único que nos dota de realidad son los propios errores.


Son los errores los que al fin y al cabo nos aseguran de la propia vida.


Son los errores los que nos hacen vivir.





Una vida sin errores es algo por lo que no merece la pena pasar.


Porque son los errores los que le dan sentido, color y forma a toda la grandeza que llevamos dentro.




Asi que no te engañes.


Vivir hoy para algunos solo es un sinónimo mas de esconderse de la muerte.






Sin saber que la muerte esta ahi.


Los ha atrapado en la red de sus propios miedos y los ha anestesiado de indiferencia hasta el punto de afrontar cada día con la inercia del anterior.



Y puede que asi todos pasemos de actores principales a simples observadores.






Escondiendo la pasion del triunfo o el fracaso bajo el manto de la inseguridad y de la fobia injustificada.




Olvidando que vivir es arriesgarse.





Arriesgarlo todo.

sábado, 20 de octubre de 2012

Su abuelo solía llevarlo




 a la casa de la montaña cada invierno.
Solían pasar horas pescando. Pero aquel invierno , el atroz frió y la espesa capa de hielo inmensa que había cubierto el sendero que llevaba hasta el rio, habían imposibilitado la operación.

Un día mientras intentaban calentarse pegados a aquella chimenea, alguien toco la puerta.

Era aquella mujer extraña que vivía en la casa de al lado del rio.

Joseph miro a su abuelo y vio una punzada de terror en sus ojos.
Siempre le habían enseñado a confiar en las verdades universales que las expresiones de los demás mostraban.
Su madre solía decir que toda verdad residía en los ojos.
Por eso aquel día un nudo de miedo le bloqueo la garganta.

Solían decir muchas cosas de aquella mujer.
En el pueblo se contaba que había hecho un pacto con el diablo para que le confiriera poderes mágicos  que la dotaran de la capacidad de sanar a los pueblerinos con raros ungüentos y objetos extraños.
Solían decir que caminaba desnuda sobre la nieve y que había asesinado a su marido y a su hija, que habían sido enterrados quince años antes por unas gripes que asolaron a la población.
Se basaban en el asesinato e ignoraban la enfermedad debido a que el día del funeral, aquella extraña mujer se había recluido en su casa y no había marchado a despedirlos.

A partir de aquel día no salio de casa pero siguió curando enfermos.

Le extraño que su abuelo le abriera la puerta a la bruja pero no dijo ni una palabra.
Se sentaron al lado de la chimenea y tomaron un te de hierbas.


Le inquieto ver a su abuelo tan nervioso pero pensó que era la presencia de aquella mujer y los chismes de los pueblerinos lo que lo tenían en aquel estado.
Intento leer los ojos de aquella mujer pero no pudo hallar ninguna verdad.
Se diría que resultaba totalmente inverosímil como todo el hielo de la entrada.
Existía por condición propia no conducía a ningún análisis interesante.

Por mas que intentaba leer en su mirada solo veía una inmensa capa de hielo que le daba miedo cruzar.


La mujer miraba fijamente a la chimenea como queriendo que el calor le derritiera el frió de las venas pero la desdichada no conseguía calentarse.

Nadie dijo una palabra en media hora , hasta que su abuelo lo mando a acostarse.

El no quería dejarlo a solas con aquella mujer pero se marcho a la cama y estuvo dando vueltas indeciso hasta después de media noche.

Antes de que el sol cubriera de luz la nieve , bajo las escaleras y la escena que contemplo lo dejo atónito.


Su abuelo y la mujer estaban recostados en un colchón , al lado de la chimenea.
Los brazos de el envolvían sus hombros y una mirada de placidez cubría su cara.
La mujer miraba distraída hacia el vació y ni siquiera se percato de su presencia.


Era la primera vez que vio a su abuelo sonreír pero no puedo pensar mas que en que  estaba embrujado.



A la semana siguiente su abuelo estuvo realmente agitado.

Solía sollozar por las noches y se retorcía en violentos espasmos en sus pesadillas.


Joseph creía que estaba embrujado porque apenas le dirigía la palabra desde la visita de aquella extraña mujer y por mas que quiso leer algo en su semblante solo hallo dolor y tristeza.

La mujer no volvió a la casa por mas que su abuelo mirara la puerta fijamente.

Las paredes se llenaron de moho y de recuerdos y el hombre no podía hacer mas que salir  a pescar para espantar aquellos momentos de ansiedad.

Siempre animaba a Joseph a acompañarlo pero el niño tenia demasiado miedo a aquel invierno atroz y nunca se animaba a ello.


Una mañana fue tanta la insistencia del viejo que tuvo que ponerse un abrigo enorme y acceder a sus peticiones.

El hombre caminaba con paso decidido sobre el hielo sin mirar nada mas.

Cuando hubieron bordeado el sendero que rodeaba el rio  a Joseph lo invadió una sensación atroz de pavor y se marcho sin atender a las exasperantes llamadas de su abuelo.


El viejo no volvió aquella noche ni tampoco a la mañana siguiente.


Pasaría mucho tiempo antes de que nieto y abuelo se volvieran a encontrar.

El entierro se ejecuto a la semana siguiente cuando hubieron sacado el cuerpo del anciano del rio.


Contaron que estaba encogido con una extraña sensación de placidez en los labios.



Nadie culpo a la extraña mujer que vivía al lado del rió pero todos supieron que había sido ella la que lo había conducido a dar aquel paso fatal.


En especial Joseph.


La gente decía que aprendía toda su magia oscura de libros.

Contaban que quien iba a aquella casa quedaba impregnado de moho y de recuerdos.
Que la turbadora mirada de aquella anciana le helaba el corazón a cualquiera y que encontrar una brizna de calor en sus manos era todo un reto imposible de ejecutar.


Decían que vivía rodeada de libros y de gatos salvajes que resistían a las grandes temperaturas y que eran en realidad espíritus malignos.







En el fondo lo unico que aterraba a la gente era su conocimiento.


Aquella mujer sabia de retorica y no creía en las casualidades.
Se servia de las paginas de los libros para enhebrar su mensaje y se escondía de las habladurías con una falsa inexpresividad.


Conocía las grandes verdades y había llegado al limite de la vida y de la muerte con la ayuda de unos versos.

Tenia el secreto de la felicidad en los labios y el de la tristeza infinita pegado en las pestañas.


Una mujer que elegía como compañía un par de libros estaba maldita para aquellas gentes.


 Y joseph lo sabia.



Lo supo el día en que vio aquella extraña sonrisa en la comisura de los labios de su abuelo.





Una mujer que traía tanta felicidad con un simple silencio estaba abocada a cosechar la tragedia en el corazón de un hombre.

Porque sabia que amar se trataba de eso.

Y a Joseph que buscaba la verdad absoluta en la simpleza de una mirada y no quería hallar inquietud o pregunta alguna, aquello siempre le dio miedo.







miércoles, 17 de octubre de 2012

La gente nunca cambia





Moldea su mentira o su verdad.
Su ineptitud o su eficiencia.
Transforman partiendo de los cimientos toda la maldad o la bondad que poseen.


Van reptado en su pesimismo  o en su ilusión hasta convertirlos en conceptos que intenten ocultar lo que son.


Intentan rehuir la hora en la que la fuerza de lo que realmente poseen se haga poderosa y despedace al personaje que quieren ser.


Pero ahi algo que tiene mas poder sobre ellos mismos.


Las cualidades y los defectos nunca cambian.




Tan solo se perfeccionan.



Es mejor no engañarse.




Los sentimientos mas profundos se mantienen intactos año tras año.



Son la vergüenza , el pudor o la inseguridad los que los intentan evitar.



Pero en un mundo donde nada es natural todavía queda una pequeña parcela de autenticidad dentro de las personas.




Porque aunque cambiemos de color de ojos, color de pelo, peso corporal y añadamos letras o símbolos a nuestro cuerpo.
Aunque intentamos crecer a base de destrozar o reinventar nuestra apariencia física.
Pese a que intentemos cambiar aspectos externos de la personalidad como los gustos, la afinidad,la ética o la moral.


Uno puede reinventarse tramo a tramo, física o mentalmente, pero lo cierto es que el corazón nunca cambia.









Tanto para el que carece de el o el que lo posee.




Y el tiempo antes o después nos hace participes de este hecho.



A nosotros.


Y a todos los que nos rodean.





Antes o después cada uno queda expuesto como lo que es.



Lleve la mascara que lleve.

sábado, 13 de octubre de 2012

Max era un huérfano que







Fue adoptado para trabajar como mano de obra en una granja cualquiera.
Como todo huérfano de película tuvo que pasar una buena temporada dentro de la casa de unos degenerados.
Una mujer neurótica y fracasada, su marido alcohólico, y la bestia enfermiza e instintiva de su hijo.
Como toda buena película melodramática Max no pasa por todos esos tópicos solo.
Lo acompaña una joven llamada Greytell que fue abandonada junto a sus hermanas por su madre.


Se me puede tachar de simplona o de sentimental.
Que un cine tan lineal me gusta puede parecer bastante raro.


Que mas da.



''Der verdingbub'' es una película que nos llega al corazón en algunas escenas.

Cuando Greytell consigue escapar de la granja y llegar a su casa pero su madre que es mantenida por un tipo ya no la acoge.
No se limita a montar una pataleta ni a encolerizarse.
Acaricia la cara de su madre y se despide.


Cuando marcha a ver a Max después de el tratamiento al que la somete la película.

 Y ahi los ves.



Hablando sobre Argentina, sobre planes de futuro, sobre vivir en una casa mejor.
Y por un momento te sientes tremendamente triste.


Porque no son mas que dos fracasados condenados a un destino lleno de penalidades y dramas de sobremesa.

Pero cuando Max toca su acordeón y Greytell canta aquella canción sientes que lo pueden conseguir.


Que de verdad queda una mínima y escasa posibilidad para que escapen del horror de una vida de servidumbre por unas personas perversas y logren alcanzar sus sueños.




Y sabes lo que va a ocurrir a continuación pero te sientes orgulloso.


Porque una simple escena ha sido capaz de condensar la vida en unos escasos  segundos.


Porque no ha necesitado de gran excentricidad ni tampoco de crudeza.


Porque son niños a los que se les ve sometidos a las peores atrocidades pero pueden seguir cultivando una pequeña parcela de entusiasmo por la vida.



Y lo demás importa una soberana y reverenda mierda.



Porque uno sabe que esta ante algo real.



Algo tan horroroso ,degradante,triste y doloroso como la realidad.

Pero también tan esperanzador,lleno de coraje y cargado de supervivencia como la propia vida.


Porque las mejores películas son las que nos hacen sentir como la mejor pero también como la peor raza.




Las que nos hacen sentir ruines y mediocres, cargados de maldad.


Y a la vez capaces de producir la mayor belleza.


Por todas estas cosas recomiendo esta película.


Una mañana una panda de ladrones




de medio pelo dieron un golpe en el banco general.
A esas horas Luisa acababa de salir a comprar con su hija Esther.
Esther había pasado una neumonitis muy grave pero ahora que se había recuperado quería llevarla a comprarse aquellas botas de agua que le había pedido hacia semanas.
Por el camino recordó que no llevaba nada de dinero y entro en el banco.
El banco estaba semi vacio y no se veía el ajetreo que habitualmente solía inundarlo.
De repente Esther se aferro a su brazo aterrada.
Dos hombres armados con pistolas entraron y les indicaron que guardaran silencio mientras le daban ordenes al cajero.
El pobre hombre intento tener un acto de heroísmo.
Posiblemente el único en su vida.
Intento llamar a la policía pero un balazo le fulmino la cabeza.

Esther sollozaba escondida bajo el regazo de su madre mientras Luisa contaba los minutos del reloj deseando que aquel día temible pasara rápido y veloz.
Empezó a susurrarle a su hija uno de esos cuentos que le narraba por la noche mientras los hombres se llenaban los bolsillos de dinero.

La niña pareció tranquilizarse a medida que avanzaba la narración.

Los cuentos siempre habían tenido un poder sugestivo que nos hacia aislarnos de todo el horror de la vida y concentrarnos en una pequeña parcela de imaginación donde por unos minutos estábamos a salvo de la dura realidad de vivir.

Pero aquellos hombres, ajenos al suceso que se estaba aconteciendo, hablaban nerviosos entre ellos.


-Deberíamos volarles la cabeza Johny, tu sabes que no es bueno dejar testigos.

-Tal vez solo a la madre, esa mocosa debe tener cosa de cuatro o cinco años. No recordara nada de lo sucedido.

Una vez decidieron llevar a cabo su plan hasta el final , no dejaron a Luisa narrar el final de la historieta.

Al mismo tiempo que Johny disparaba hacia la madre, Ismael le pego un tiro a la hija.




Uno siempre se plantea cuales son los pensamientos finales de una persona que apunta hacia la cabeza de un niño.
Siempre se pregunta si la mano no le tiembla, si el sudor no se acumula en su frente.
Uno siempre se pregunta si no acude la duda a su mente.

Johny había decidido dejar viva a la niña por aquello pero pese a considerarse mejor que su compañero ambos habían compartido el mismo sentimiento al apretar el gatillo.


La perdida total de emociones y de sentimientos.


Johny pensaba guardar el dinero del golpe para pagar la custodia de su hija y hacer que Lucrecia creyera de nuevo en su capacidad de superación.
Ismael quería viajar a Panama para fundar noseque negocio.

Nunca habrían planeado el golpe si no se hubieran encontrado por casualidad.


Cuando se hubieron marchado con las manos llenas de sangre y de dolares el banco se quedo desierto.







La policía no pudo comprobar el incidente hasta la mañana siguiente. Estaban demasiado ocupados investigando un asunto de drogas.
Cuando llegaron encontraron a las dos victimas desnudas.
Alguien se había llevado sus ropas.


Posiblemente el par de mendigos que solían dormir allí por las noches se las habían llevado y habían dado un telefonazo a la policía.




El ser humano era así. Otro depredador. No respetaba la vida o la muerte.
Se colocaba en el sitio que otro había ocupado y se servia de sus pertenencias.
Era la lucha del mas fuerte. La supervivencia.


La policía se quedo atónita al contemplar de cerca las expresiones de la madre y la hija.



La mujer tenia la mirada perdida y la niña lucia una sonrisa serena en el rostro.


Cualquiera hubiera dudado de sus expresiones al comprobar el horror que habían vivido

Pero parecían tan lejanas,tan ausentes....


Levantarse una mañana y comprobar que un asesinato como aquel se había llevado a cabo era lo mas atroz de la vida de un ser humano.


Pero las personas siempre se sentían satisfechas al saber el inicio y el desenlace de una obra.



Nadie se preocupaba por el nudo.


Nadie se preguntaba el porque de esa serenidad y esa calma en un momento tan crucial.





El mundo era una maraña de horror y tristeza pero a veces en mitad de aquel caos al que uno llamaba vida una madre le narraba un cuento a su hija y hacia de su miedo una ilusión.









Y el mundo por aquellos escasos minutos parecía un lugar mucho mejor de lo que era.